Las tareas ineludibles en Instagram para alcanzar el éxito

Repasemos los objetivos y acciones en los que se deben concentrar los community managers que quieran lograr buenos resultados en esta red social.

instagramAceptémoslo, somos fanáticos del atajo, nos encantan los caminos cortos. Queremos que nos resuman y ayuden a entender la receta del éxito. Amamos cuando nos muestran un paso a paso —que ojalá sea sencillo— para lograr lo que queremos. Buscamos incansablemente un truco para ganar. Sí, esos comportamientos hacen parte de nuestra naturaleza. Pero, nada en la vida funcionan así. Para triunfar hay que pensar, arriesgarse, innovar, trabajar y preocuparse día a día por mejorar. Es un hecho, quienes se imponen al final son los perseverantes y atrevidos.

La gestión de Instagram, como la de las demás redes sociales, hace parte de ese grupo de tareas en las que no hay atajos. Administrar un perfil social no es una actividad que se pueda trivializar, reducir a una receta o a un compilado de trucos. Instagram, por su parte, es la red social más compleja para sobresalir, porque las alternativas que ofrece la plataforma para levantar cabeza son pocas, y porque para algunos es muy frustrante tener que trabajar duro para recibir los frutos de ese esfuerzo en el largo plazo.

Administrar este tipo de presencias sociales es una actividad ardua y agotadora, porque el universo de acciones que se deben ejecutar para sobresalir es muy grande. Y si además a esto le sumamos el hecho de que por lo general hacemos esas tareas en piloto automático —lo cual impide el mejoramiento continuo— y le prestamos mucha atención a las que poco aportan —en detrimento de las verdaderamente importantes—, estaremos en una situación de extrema ineficiencia.

Los objetivos elementales de quien va a gestionar una presencia en Instagram

Comencemos por el principio, por entender lo básico. El primer objetivo de un community manager es desarrollar la habilidad para reconocer lo importante, y con esto dejar de desperdiciar tiempo en asuntos inaportantes. Porque invirtiendo bien el tiempo, se estará avanzando por el camino correcto en Instagram. Asimilado este comportamiento, el gestor se debe centrar en cuatro objetivos elementales, que pueden sonar a receta, pero que no lo son. Estos objetivos son:

1. Encontrar una estética atractiva

Instagram es una red visual en la que la estética y calidad de los contenidos tiene una enorme importancia. Definir esa estética, para que represente bien a la empresa y sea atractiva para la audiencia, es crítico para el futuro de la actividad. Quien está al frente del trabajo debe describir en un documento sencillo las características y estándares del contenido. Además, debe establecer un listón de requerimientos mínimos para que un contenido sea publicado. Esta planificación ayudará a darle una personalidad al perfil de Instagram y pondrá las bases para crear una presencia cautivadora en esta red social.

2. Crear una narrativa cautivadora y coherente

El segundo de los objetivos tiene que ver con la forma como se transmiten los mensajes. Para administrar bien la presencia en Instagram, se debe diseñar la forma de narrar, extrapolándola al largo plazo y haciendo énfasis en la coherencia del mensaje. Los buenos perfiles de Instagram, aquellos que se destacan, lo hacen porque construyen una línea editorial clara y la complementan con una narrativa que seduce, para con esto lograr mantener el interés de la audiencia en cada publicación.

3. Promover y atender la interacción

Interiorizada la estética y perfeccionada la narrativa, el community manager debe dirigir su concentración hacia la interacción. Mejorar en ese apartado y seguir cada conversación es el tercer objetivo básico. Atender y trabajar arduamente para elevar los niveles de interacción, y con esto dar un paso grande para aumentar el alcance de las publicaciones y la visibilidad del perfil, es prioritario en Instagram. Nunca se puede olvidar que el tamaño de la audiencia es la consecuencia de nuestros niveles de involucramiento.

4. Medir para mejorar

Finalmente, no se podrá avanzar si no se mide cada acción y se toman decisiones basadas en argumentos métricos. Los tres puntos anteriores se deben perfeccionar haciendo uso de la analítica. Experimentar y evaluar para aprender, nos permitirá optimizar la estética, nos ayudará a depurar la narrativa y mejorará nuestra tasa de interacción. Aquí, en este punto, es donde la perseverancia se hace valiosa. El mejoramiento continuo es lo que nos conducirá al éxito. Esa obsesión por la analítica es la única receta que sabemos que funciona.

Las cinco tareas prioritarias en Instagram para alcanzar esos objetivos elementales

Definidos los objetivos básicos, el gestor de la presencia social se debe centrar e invertir la mayor cantidad de recursos en aquellas tareas que de verdad le aporten a la consecución de esos objetivos, porque desviarse de la ruta significará alejarse del resultado. Ahora, en Instagram se pueden ejecutar muchas tareas que suman a nuestras intenciones, pero serán pocas las que marquen diferencia. Presentamos cinco acciones que le servirán y harán que se destaque:

1. Desarrollar la capacidad para tomar buenas fotos y producir excelentes videos

El contenido original es el mejor gancho que existe para atraer y retener audiencia. Crear imágenes o videos propios hará que su perfil en Instagram sea atractivo. Trabajar para desarrollar esta habilidad para producir buenas fotos y videos entretenidos es prioritario para los community manager. Pero cuidado, no estamos hablando de producciones ultraprofesionales y costosas de imágenes y videos. No, nos referimos a perfeccionar las competencias para tomar buenas fotos con las herramientas disponibles y para crear videos cortos sin complicarse con producciones multimillonarias. Potenciar la creatividad del equipo para lograr un buen contenido original es una rutina que se debe implementar.

2. Construir un buen banco de imágenes

Aclaremos primero que no nos referimos a bajar un centenar de fotos y videos de Internet, para luego meterlos en una carpeta desordenada del computador. De lo que hablamos es de curar y producir fotos propias con paciencia, y almacenarlas y etiquetarlas para su uso en el futuro. Con un banco de imágenes rico y ordenado se contribuirá al primero de los objetivos elementales. Porque esa despensa de imágenes y videos, propias y ajenas, le quitará una carga al gestor del perfil en su día a día. No es lo mismo remitirse a una galería curada y evaluada bajo los estándares estéticos definidos por la empresa, que irse a Google o Pinterest a buscar diariamente imágenes para transmitir un mensaje. Un banco de imágenes y videos simplifica el proceso, mejora la creatividad y produce eficiencia en la gestión.

3. Perfeccionar la habilidad de contar historias

Contar una historia que mantengan la atención de una audiencia es una habilidad que se aprende. Jugar con la narración para mantener en vilo a los usuarios traerá involucramiento y, en consecuencia, visibilidad del perfil en Instagram. Los gestores de comunidad deben atreverse a contar historias de formas diversas, con interrupciones inesperadas y sin linealidad temporal. Volverse creativo para transmitir, apelando a diferentes formatos de contenido o alteraciones en el lenguaje tradicional de la marca, hará que la empresa se destaque en las redes sociales. Es importante que los encargados se apropien de cada funcionalidad, de la línea de tiempo, de las historias, de la publicidad y demás opciones que ofrece Instagram, para sorprender diariamente a la audiencia.

4. Mejorar constantemente los llamados a la acción

Ganarse un clic, un me gusta, un comentario o un compartir, es una tarea complejísima, sobretodo en Instagram. Un actor fundamental para lograr ese resultado es el llamado a la acción que se anexa a cada publicación. Encontrar nuevos mecanismos para seducir al usuario, para que haga desde Instagram lo esperado por el community manager, requerirá de mucha práctica. Buscar los verbos que mejor funcionan y reconocer el tono que motiva la acción, son dos tareas que, si se hacen a consciencia, elevarán los niveles de interacción. Justamente el tercero de los objetivos elementales.

5. Aprender a interpretar correctamente los resultados

La última tarea tiene una directa relación con el cuarto objetivo elemental. Recopilar datos es simple, de hecho hay muchas herramientas —pagas y gratuitas— que sirven para automatizar esta tarea; pero, para interpretar esos datos se necesitarán personas. Aprender a encontrar información útil en la métrica, que sirva para perfeccionar la actividad, es una tarea que pide entrenamiento. Los gestores de una cuenta en Instagram deben exponerse constantemente a los resultados y explorar el comportamiento de la audiencia para enriquecer la actividad y, así, mejorar.

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