Interiorice las conceptos fundamentales de la planificación estratégica para identificar las diferencias que existen entre estrategia, táctica y acción.
Empecemos con una revisión juiciosa del concepto marketing, para alinearnos en su significado y en lo que se podría esperar de él, y para detectar la importancia que tiene el hecho de asimilar correctamente sus fundamentos. Lo primero que se debe entender es que el marketing es una actividad estratégica que enlaza e intermedia el mercado con las empresas. Y esta, es una tarea que lo abarca todo: desde la concepción y evolución del producto o servicio, asumiendo la responsabilidad de aportar al área de producción con el diseño y optimización —nutriéndose de la retroalimentación del mercado—; pasando por el cumplimiento de los presupuestos de ventas, acompañando a los vendedores en la escogencia y ejecución de acciones comerciales atractivas; y terminando con la elevación de la satisfacción del cliente, apoyando al personal de servicio. En otras palabras, el marketing se encarga de engranar el ecosistema empresa-mercado, sincronizando todas las áreas de la compañía para la satisfacción de las necesidades y el entendimiento de las características de los consumidores.