Asimile estos consejos prácticos que lo ayudarán a construir una estrategia de contenidos para tener una presencia digital efectiva.
Vivimos en un mundo sobrecomunicado, con exceso de información y deficit de tiempo. Un mundo en el que atraer la atención es cada vez más complejo para las empresas. Es por esto que las organizaciones, independientemente del tipo de audiencia que busquen, han entendiendo la importancia de la estrategia de contenidos para la atracción de la atención, porque el contenido se transformó en el mejor de los mecanismos para abrir las puertas y enriquecer la relación con los clientes.
La capacidad de crear, estructurar y distribuir el contenido es lo que está definiendo el éxito de las compañías en el actual ecosistema digital, porque las nuevas tecnologías y el nuevo marketing convirtieron a las marcas en pequeños medios de comunicación que deben competir por la atención y —con un limitado número de plataformas y recursos— usar el contenido como su principal motor para lograr visibilidad.
La importancia del contenido está obligando a los directivos a destinar recursos y tiempo en la planificación de este. Dichos recursos se asignarán al desarrollo de las habilidades internas para la generación de contenido; y el tiempo, para diseñar estrategias y tácticas que optimicen los resultados.
¿Cómo construir una estrategia de contenidos?
Aunque una gran parte del peso lo termina asumiendo el calendario de publicación —qué finalmente es el que dictará las tareas y responsables de cada acción—, la estrategia de contenidos va mucho más allá de un simple plan operativo. Es por esto que, la planificación de la estrategia de contenidos requiere mucha atención y método.
A continuación compartimos un paso a paso para la elaboración de esa estrategia:
1. Conocer a la audiencia
Para desarrollar una buena estrategia de contenidos se requiere identificar el perfil psicográfico de las personas que consumirán los contenidos. También, se debe conocer el cómo, cuando y donde consumirán los contenidos. Además, reconocer los intereses y motivaciones acortará el camino, evitará el desperdicio de esfuerzos y mejorará los resultados.
2. Escuchar
Una vez se conozca al interlocutor objetivo, se deberá centrar la atención en oírlo, antes de empezar a hablarle. Destinar gran parte del tiempo en las etapas iniciales de la construcción de una estrategia de contenidos a escuchar con atención es una excelente idea. Mientras más escuche, mejores y más acertados serán los contenidos.
3. Identificar los ciclos de la audiencia
Reconocer los momentos y lugares correctos en los que el cliente toma las decisiones de compra o usa los productos o servicios ayudará a elegir bien las horas de publicación, tipos de contenido y medios o plataformas idóneas para publicarlos.
4. Crear un calendario de publicación
La línea editorial le servirá para identificar, clasificar y distribuir los contenidos que se deben construir. Ahora, el calendario de publicación es el documento que ordena la cotidianidad de la estrategia de contenidos. Este calendario se debe ver como una historia completa transmitida por partes, nunca como un grupo de mensajes independientes. Tener un guión garantizará el flujo constante de contenidos oportunos y frescos entre la marca y audiencia.
5. El proceso creativo
La creación y construcción de los contenidos son el proceso difícil para las organizaciones. Pero, si se sigue este paso a paso de construcción de la estrategia de contenidos esta fase se hace más simple. Aclarando que el proceso creativo para el diseño de los contenidos siempre tendrá un componente alto de talento, habilidad y capacidad.
6. Optimizar los contenidos
Después de tener los contenidos en bruto es necesario adaptarlos y perfeccionarlos. Amolde los contenidos a los objetivos de negocio, aplique en ellos el lenguaje nativo de cada plataforma y revise la forma —ortografía, tono, etc.— para evitar errores.
7. Medir los resultados
Si no se mide, no se aprende. Evaluar los resultados del esfuerzo de contenido permite corregir y mejorar el trabajo realizado en los seis pasos previos.
Ahora, una estrategia de contenidos no se puede convertir en un documento inquebrantable que se tiene que seguir al pie de la letra, sin cuestionar. Una estrategia de contenidos es un guión que entrega la estructura y genera disciplina en las iniciativas de marketing orientadas y ejecutadas a partir de los contenidos. Este plan debe ser visto como una herramienta que facilita los procesos creativos y que ordena el comportamiento de la empresa en el mundo digital.
Las 10 buenas prácticas que mejoran una estrategia de contenidos
Una estrategia de contenidos exitosa se nutre o afecta con todo lo que pasa en una organización, es por esto que se deben diseñar procesos que blinden la estrategia y que la potencien. Dicho esto, presentamos diez actitudes o comportamientos empresariales que aportan a la estrategia de contenidos:
1. Equilibrar la intención de aportar y vender
Es necesario buscar y establecer un equilibro entre el contenido que le interesa a la audiencia y los objetivos de negocio. Centrarse en uno de los dos afectará los resultados. Si la estrategia de contenido se enfoca en aportar valor obtendrá seguidores fieles e interesados, pero malos resultados de marketing para la compañía; y, en el caso contrario, probablemente no captará la atención de una audiencia significativa.
2. Siempre tendrá una nueva oportunidad para profundizar
Es normal que las empresas tengan la mala costumbre de tratar de decir todo en una sola comunicación. Esto se debe a las viejas limitaciones del mundo análogo para transmitir mensajes. En la actualidad esto ya no es importante ni necesario, ahora puede transmitir los mensajes fragmentados. Piense y recuerde que en el futuro tendrá una nueva oportunidad para profundizar en los contenidos.
3. No usar cada canal para comunicar todo de la misma forma
Este tipo de comportamientos también es producido por las secuelas del mundo análogo y del viejo marketing, ese que invitaba a decir lo mismo en todos los canales para abarcar la mayor cobertura posible. En la nueva era es más eficiente adecuar y distribuir los mensajes dependiendo de las plataformas. No diga lo mismo, y de la misma forma, en todas las presencias, construya historias y haga que se crucen y complementen desde diferentes escenarios.
4. Variar en los formatos de contenido
Lo fácil es escribir y publicar; lo difícil es escribir, enriquecer el formato y publicar. NO todos los contenidos deben entregarse en texto. NO es igual explicar algo en un video, que hacerlo en texto. NO es lo mismo mostrar cifras en una infografía, que hacerlo en texto. El formato es inherente al contenido. Cuando tenga el contenido listo para publicar pregúntese: ¿cuál es el mejor formato para hacerlo?
5. Entregar bocados digeribles
El tamaño afecta el consumo, y el consumo es el fin primordial de cualquier contenido. No asuma la la publicación como algo rutinario, el objetivo siempre debe ser la transmisión del mensaje, y para esto es necesario entender el momento y luego definir el tamaño del contenido que contendrá ese mensaje. No debe ser igual el tamaño del contenido que se entrega en un horario laboral al que se entrega al final del día o los fines de semana.
6. Transmitir historias, no mensajes
Como lo planteamos en el método para la construcción de la estrategia de contenidos, el plan debe ser visto como una gran historia contada por etapas. Es necesario que se mantenga un hilo conductor, que los contenidos se complementen y se usen constantemente para reforzar ideas.
7. Establecer un lenguaje
Crear una experiencia de marca que sea identificable, sin la aparición de un logotipo, debe ser su obsesión en la construcción de los contenidos. Es necesario que las personas conozcan el origen de los contenidos aún sin la firma de su creador —las obras de los grandes artistas se reconocen aún sin la firma—. Si la única forma de diferenciarse es un logotipo, hay algo que está fallando en la estructuración de la personalidad y apariencia del mensaje.
8. No se tiene que crear todo desde cero
La curaduría de contenidos ayuda a recortar el proceso de creación. Crear siempre contenido original es un arma muy poderosa, pero también se puede transformar en un consumo innecesario de recursos. Encuentre la mezcla perfecta de contenido original y de terceros para hacer una línea editorial rica en contenidos y optima en consumo de recursos.
9. Comparar los contenidos
Analice cuales contenidos son los más populares y enfréntelos a los que no lo son, y aprenda con esto los matices leves que la audiencia aprecia. No se transforme en una máquina de contenidos, sino en un experto creador de contenidos atractivos para una audiencia especifica.
10. Lo visual es el camino correcto
Esta comprobado que el contenido multimedia consigue mejores niveles de exposición y conservación frente a las audiencias. La narración visual debe ser un elemento imprescindible hoy para las marcas.