Presentamos veinte recomendaciones para personas y organizaciones que quieran convertirse en excelentes emprendedores.
En los últimos años, los medios masivos de comunicación han promovido en nuestra mente una visión idílica del emprendedor exitoso al mostrarlo como un individuo sobresaliente que en pocos días cambia radicalmente su vida gracias a una idea brillante. Una visión de emprendimiento que deja de lado la disciplina, el esfuerzo y la perseverancia; que le entrega poco crédito a la educación, la planeación y el trabajo, y que sobrevalora la idea. Pero esta es una visión distante de la realidad, porque son contados los casos de emprendedores que triunfan con una simple idea si los comparamos con aquellos que logran el éxito a partir del trabajo continuo.
No, no queremos minimizar la importancia de una idea brillante. Lo que queremos es ahondar en el análisis para darle una mayor relevancia a otros insumos necesarios para emprender. Evidentemente las ideas sobresalientes son un magnífico punto de partida para crear un proyecto, pero existen otros aspectos igual de importantes, como el entorno, la predisposición al trabajo en equipo, la disciplina y la perseverancia, la vocación investigativa, la planeación estratégica, el impulso innovador, entre otros.
Emprender, por lo tanto, es una de las tareas más retadoras y gratificantes; porque hay muchas personas con buenas ideas, pero pocas valientes, que arriesguen su futuro y su confortable estabilidad laboral.
¿Qué significa ser emprendedor?
Vivimos en una época en la que la mayoría se jacta de emprender, pero a la hora de la verdad son pocos los que merecen esta etiqueta. El mundo esta lleno de ese tipo de personas que ponen pocos huevos pero los cacarean hasta el cansancio.
En teoría, emprender es crear valor para aprovechar una oportunidad. Es decir, una iniciativa emprendedora es un proceso en el que una persona o equipo reconoce una oportunidad de mercado y construye un valor para atacarla. Dicho esto, es necesario subrayar el hecho de que emprender es entonces un paso a paso que se podría resumir en tres fases consecutivas, que son: (1) identificar y diseñar oportunidades y evaluar su potencial, (2) conseguir los recursos necesarios para explotar la oportunidad y (3) crear y poner en marcha un proyecto que cree valor a partir de la oportunidad detectada.
Tutorial y recomendaciones para convertirse en un exitoso emprendedor
Una iniciativa emprendedora bien concebida es una actividad metódica ejecutada por personas, que toma una idea y la convierte en una realidad con valor para los involucrados. Apegándonos a esta definición construimos un tutorial con veinte pasos y muchos consejos, que aborda por completo el accionar de un proceso emprendedor:
1. Entender que la idea no es lo más importante
La idea es solo el banderazo de arranque. Los emprendedores inteligentes nunca caen en la trampa de idolatrar o encerrarse en su idea, y le restan importancia para permitir que evolucione cuando las circunstancias cambian. Apegarse excesivamente a la idea le puede jugar en contra al proyecto.
2. Descubrir buenas oportunidades para emprender
La palabra oportunidad es la esencia del emprendimiento. Una oportunidad debe ser entendida como una posibilidad, una necesidad no satisfecha o un espacio no cubierto del mercado. Para descubrir oportunidades atractivas se requiere de mucha atención —para tipificar las situaciones constantes o repentinas en un mercados— o de un método investigativo —para detectar cambios de comportamiento, nuevas tecnologías, nuevos conocimientos científicos o procedimientos empresariales mal estructurados—.
3. Tener comportamiento de emprendedor
El comportamiento del líder y del equipo son claves. Son muchas las actitudes conscientes e inconscientes que potencian o afectan una iniciativa emprendedora; pero en esta publicación nos centraremos en seis; que, cuando se persiguen con determinación, cambian para bien el futuro de un negocio naciente: (1) educar con el ejemplo, la mejor forma de cambiar un hábito o de hacer que un grupo de colaboradores incorpore y se comprometa con los valores del emprendimiento es que los vean presentes en su líder; (2) no decirle que sí a todo, sí, entendemos que en las fases iniciales se puede caer en la tentación de decirle que sí a todo, pero trate de evitarlo porque esto podría desviar el rumbo o perjudicar a largo plazo; (3) siempre apuntar alto, mientras más ambiciosas sean las metas mayor dedicación se tendrá y más alto se llegará, no se conforme con sobrevivir; (4) alejarse del optimismo y pesimismo nocivo, los dos extremos son peligrosos —aquellos que haciendo poco creen que todo saldrá bien y los que ven calamidades por todas partes—, no permita que nadie glorifique o derrumbe sus ideales fácilmente, no se contamine del deseo de aventura o del temor al riesgo de los demás; (5) aprender a delegar desde el primer día, mientras el emprendedor tenga más tiempo para concentrarse en cultivar los aspectos trascendentales del proyecto más rápido se verán los frutos, y (6) huir a la procrastinación, aplazar es el principal enemigo de los emprendedores, no caiga en sus garras, enfrente cada tarea y decisión con prontitud.
4. Constituir un equipo sobresaliente
El equipo emprendedor ideal es pequeño —máximo de cuatro miembros— y está conformado por personas con perfiles complementarios y sinergias comunes. Este grupo de trabajo debe tener un líder disciplinado, con habilidades comunicativas y con un compromiso inquebrantable con el proyecto. El líder tiene que ser alguien con hambre de triunfo y con un profundo conocimiento de las capacidades de riesgo y aguante de cada uno de los integrantes. Los equipos extraordinarios son los que construyen a las grandes empresas.
5. Analizar la necesidad de buscar socios inversionistas
No todos los proyectos requieren de socios que aporten capital para progresar. Los emprendedores aventajados revisan los pros y contras de recibir una inyección de recursos. La adquisición de capital es una de las piedras en el zapato del emprendimiento, porque generalmente se da por sentada su necesidad y poco se cuestiona. Explorar múltiples alternativas —familiares, amigos o prestamos bancarios— para la financiación puede mantener alejados a los inversionistas y, con esto, conservar el control total de la iniciativa.
6. Hacer una distribución sensata de las acciones
El reparto de derechos de propiedad se debe hacer con justicia, apelando a los méritos y aportaciones de cada individuo para la creación y consolidación del emprendimiento. Una repartición equitativa no es aquella en la que todos consiguen lo mismo sino aquella en la que cada quien obtiene lo que verdaderamente se merece. Para distribuir las acciones evalúe la contribución de cada miembro en aspectos como: tiempo invertido, riesgo asumido, ideas generadas, activos o recursos aportados, contactos o clientes entregados, liderazgo en el proyecto, etc. La repartición justa de las acciones garantizará la convivecia de los socios y la supervivencia del negocio.
7. Firmar un pacto de socios
Disponer de un pacto de socios claro y bien elaborado evitará discusiones y malos entendidos. Los pactos de socios salvan amistades y compañías. El acuerdo es un documento que debe ser creado con el apoyo de personas expertas y que tiene que fijar unas reglas claras para cuando los socios enfrenten situaciones difíciles. Los tópicos frecuentemente abordados por un pacto de socios son: los compromisos de permanencia, exclusividad y no competencia; el establecimiento de salarios y bonificaciones; las regulaciones para la transmisión de acciones; el establecimiento de mayorías; los derechos de veto a nuevos socios; las políticas para el reparto de dividendos; las penalizaciones por incumplimientos, etc. Los pactos de socios sirven para anticiparse a situaciones incómodas y para proteger a la empresa y a los socios.
8. Establecer reglas para tomar decisiones
La mayoría de las decisiones complejas se resolverán con el pacto de socios, pero existen otro tipo de decisiones, pequeñas y cotidianas, que también se deben revisar y reglamentar. Un grave error de los emprendedores es no tener procedimientos claros para la toma de este tipo de decisiones. Muchos emprendimientos se acaban por choques en los puntos de vista de sus socios, es por esto que se deben diseñar procesos que permitan evaluar cada decisión asignando responsabilidades y creando roles por áreas de operación.
9. Contratar un abogado que guíe el proyecto
Cada fase de la iniciativa emprendedora obliga un tipo específico de asesor, pero hay uno en particular que se necesita siempre: un abogado competente y experimentado. Los emprendedores tenemos —sí, nosotros también nos incluimos— la horrible costumbre de tomar un modelo de contrato o documento legal ajeno para copiarlo, un error garrafal. No tener asesoría legal para la elaboración de documentos legales puede ser el comienzo de una catástrofe.
10. Aclarar y alinear las motivaciones de cada integrante del equipo
Conocer las razones por las cuales cada socio se sumó al equipo emprendedor es prioritario; de la misma forma, es importante conocer sus ambiciones y capacidad de riesgo. Para asegurar un buen clima, es crítico alinear las necesidades individuales y discutir hasta qué punto está dispuesto a arriesgar cada uno. Con esto aspectos claros y sobre la mesa se logrará una coincidencia en la velocidad de trabajo y en las decisiones.
11. Seguir formándose como empresario
Los emprendedores que progresan nunca interrumpen su proceso formativo y académico. La educación continua nutre los proyectos y grupos de trabajo. Vale la pena que los miembros del equipo emprendedor se distribuyan temáticas, las estudien con dedicación y las socialicen con sus compañeros, para con esto traer nuevos conocimientos al grupo. Cultivar el hábito de lectura, asistir a seminarios y congresos del sector, contratar asesores, etcétera, son costumbres saludables y beneficiosas para el proyecto.
12. Trabajar en la construcción de redes de apoyo
Hacer un esfuerzo para la creación de un networking sólido es un activo poderoso para emprender. La asistencia a eventos que tengan relación directa o indirecta con el mercado objetivo, proveedores e industrias del sector hace que la compañía y el equipo se expongan a la realidad, consiguiendo con esto contactos, información y aprendizajes. Vivimos en un mundo en el que cada relación se puede transformar en una puerta o motor que dinamice la idea. Nunca descuide las tareas que lo acercan a la comunidad.
13. Diseñar un plan de negocio conciso y claro
El plan de negocio es lo que permite que un emprendimiento se proyecte hacia el largo plazo. Cuando no se construye y se sigue dicho plan, los equipos caen en la operatividad y el corto plazo. Los emprendedores destacados son los que planean, presupuestan y se guían por un documento estratégico; porque sin él, podrían desviarse del camino, afectando con esto el proyecto.
14. Proteger los recursos y las finanzas
Cuando los emprendedores se enfocan excesivamente en la idea se olvidan de algo trascendental: las finanzas. Un líder debería crear dos presupuestos: el real y el objetivo; luego, asignarle a alguien la responsabilidad de monitorear ambos. El compromiso de este miembro del equipo será administrar y optimizar los recurso, para con esto proteger las finanzas de la iniciativa emprendedora.
15. Trabajar en la captación y selección del talento
Los equipos emprendedores se tienen que complementar con profesionales sobresalientes. Después de conformar el grupo de socios, los proyectos deben salir a cazar el mejor talento disponible en el mercado para ejecutar el plan de negocio. Para captar ese talento se debe hacer una correcta comunicación de la misión, visión y valores de la iniciativa. Por su parte, para seleccionar el talento se requerirá de un proceso y una excelente gestión en el área de recursos humanos.
16. Gestionar correctamente el talento
Para gestionar el talento con eficiencia se debe contar con un líder hábil y experimentado en el área de recursos humanos, que evalúe y retroalimente con regularidad a cada miembro del equipo. Los proyectos que triunfan son los que motivan, entrenan y desarrollan su talento. Las empresas, en su nacimiento, necesitan de personas comprometidas, que aporten y que se preocupen por construir un magnífico clima de colaboración.
17. Crear un área comercial sólida
Las estrategias comerciales son la columna vertebral de una compañía. En los aspectos comerciales son muchas las tareas y consejos que podríamos abordar, pero queremos concentrarnos en cuatro que son críticos: (1) tener un encargado del área con conocimientos y experiencia, si entre los socios no hay una persona con estas características se debe contratar, el área comercial debe tener un líder sí o sí; (2) en las primeras ventas lo de menos es el dinero, sí, ningún proyecto funciona sin ingresos, eso lo sabemos, pero en esas primeras transacciones hay otras variables más importantes para el futuro del negocio, variables que condicionan el rendimiento a largo plazo y la reputación; (3) no subestimar el entorno, las redes naturales de contacto —familiares, amigos, conocidos, referidos, etc.— son una extraordinaria fuente de prospectos, explórela y explótela, y (4) permitir que el producto o servicio evolucione con la retroalimentación del mercado, es necesario respetar lo planeado, pero también se debe ser inteligente y cambiar cuando el mercado lo requiera.
18. Diseñar procesos administrativos estrictos
Una buena administración hará que el proyecto se forje un futuro prometedor. Dentro de las tareas administrativas más importantes para el desarrollo de la empresa están: (1) subcontratar los temas contables, porque a través de la tercerización el equipo se quitará de encima asuntos complejos y cambiantes; (2) ser pesimista en los ingresos y gastos, los emprendedores brillantes multiplican su presupuesto de ingresos por 0,5 y sus expectativas de gastos por 1,5 —con esta simple ecuación, se preparan para escenarios complejos y retadores—; (3) evitar la improductividad, diseñar procesos simples, reuniones concretas y métodos claros para mejorar el rendimiento del equipo, y (4) calcular el índice de supervivencia, con este indicador se conocerá la capacidad de aguante del equipo y del proyecto —el índice de supervivencia se calcula con los recursos disponibles y los gastos, el objetivo es conocer el tiempo en el que se podría sostener el negocio funcionando sin inyectarle nuevos recursos—.
19. Asumir un rol gerencial
Los gerentes que obtienen resultados positivos en su historial profesional se enfocan en la simpleza y practicidad para liderar las compañías. ¿Qué tipo de actitudes gerenciales debe asumir el líder emprendedor? Rodearse de expertos en cada campo para tener la opiniones calificadas que ayuden en la toma de decisiones, cuestionar cada proceso y acción, abrirse a la retroalimentación, explorar e investigar el mercado, entre otras.
20. Medir y nunca dejar de aprender
Los equipos emprendedores que logran la meta son aquellos que aprenden de cada acierto y fracaso. Mida todo, evalúe todo. Lo que arroje buenos resultados se debe potenciar y lo que no funcione, cancelar. Los proyectos que invierten en analítica crecen más rápido que los que no aprenden con los resultados.
Bibliografía
GARRIDO, Francisco Javier. «Lo que se aprende en los mejores MBA del mundo». Editorial Gestión 2000. 2012.
BLANCO, Carlos. «Los principales errores de los emprendedores». Editorial Planeta. Junio de 2014.
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