Interiorice y entrene el siguiente grupo de acciones para desarrollar sus habilidades como gestor de comunidades digitales.
¿Cualquiera puede convertirse en un buen community manager? Esa es una pregunta que escuchamos frecuentemente, y la respuesta es sí. Las personas que invierten recursos en planificación, educación, entrenamiento y disciplina, que se fijan una meta todos los días y que se esfuerzan por mejorar se pueden convertir en magníficos gestores de comunidades digitales. Obviamente, dentro de la enorme variedad de perfiles profesionales de las empresas, hay individuos que gracias a su formación académica o a sus talentos innatos tienen un terreno abonado para lograr avances significativos y con rapidez, pero esto no significa que el resto de mortales no puedan aspirar a alcanzar un desempeño sobresaliente en la materia.
Para cumplir el objetivo de convertirnos en brillantes gestores de comunidades online, debemos comenzar por trazar un plan que nos conduzca al perfeccionamiento de las habilidades y competencias necesarias para llevar con éxito una presencia activa en las redes sociales. Y para lograr esto, lo primero que debemos entender es que necesitamos diferenciar la actividad de la persona. La actividad es el oficio, y tiene que ver con las tareas asociadas. Es decir, que lo primero que se necesitará para alcanzar la meta es una férrea disciplina y unos conocimientos firmes, que nos permitan ejecutar con solvencia las asignaciones que se desprenden del ejercicio. Por su parte, la persona, el gestor como tal, es el individuo que ejecuta las acciones, y sus características, habilidades y talentos también influirán en el resultado que obtenga como profesional.
En otras palabras, avanzamos como community manager cuando aprendemos que una cosa es el oficio que debemos realizar en el día a día —labor que requiere de competencias y método— y otra cosa son los talentos útiles para ejecutar cada tarea. Con esto queremos decir que, quienes procuran adquirir la disciplina para responder a las asignaciones y también desarrollan el talento para ejecutarlas, estarán dando un paso al frente en el objetivo de convertirse en magníficos gestores de comunidades digitales; porque se puede tener la capacidad para realizar una actividad, pero se necesita del talento y las competencias para hacerla bien.
¿En qué se deben concentrar los community managers para dar un salto de calidad?
Además de asimilar lo que acabamos de plantear, que es necesario establecer una diferencia entre la actividad y la persona, los gestores de comunidades digitales deben instaurar una rutina de tareas cotidianas que le sirvan para ahondar sus conocimientos y competencias —áreas relativas a la labor— y ejercitar su disciplina y talentos —asignaturas relativa a la persona— para avanzar en el objetivo fijado. En esta publicación, queremos hacer énfasis en ocho aspectos muy convenientes, que se deben incluir y priorizar en dicha rutina, que son:
1. Comunicar, conversar y vender
Comencemos por un paquete importante de habilidades que deben perfeccionar las personas que quieran ser sobresalientes en las redes sociales. Este primer grupo de talentos que se debe entrenar para mejorar los resultados son los relativos a la interacción. Los community managers deben poseer grandes habilidades para crear mensajes seductores de la oferta comercial, sostener conversaciones en el tiempo y comunicar con rapidez y asertividad. Con esto lograrán crear y mantener un canal efectivo para el relacionamiento entre la marca y su comunidad. Es imposible desarrollar una presencia sobresaliente en las redes sociales si no se adquieren y desarrollan estas tres habilidades, porque la única forma de consolidar una comunidad es hablando con ella, despertando su interés y atrayendo su atención.
2. Leer
Leer, estudiar, aprender y poner en práctica deberían ser acciones naturales y recurrentes para los gestores de comunidades digitales. Invertir tiempo y recursos en la lectura es otra de las responsabilidades individuales de quienes tienen la meta de convertirse en magníficos community managers. Destinar una parte de la agenda diaria a la lectura es, por tanto, una obligación ineludible. Con ello, los aspirantes a gestionar redes sociales, encontrarán información útil para la comunidad, enriquecerán su vocabulario, se expondrán a nuevos conocimientos y desarrollarán capacidades de escritura, comunicación y conversación. Nunca olvide que lo único constante en el mundo digital es la evolución, y para seguirle el ritmo a esos avances acelerados se requiere compromiso con la lectura, para estar siempre actualizado.
3. Escuchar
Solo quienes tienen la capacidad de escuchar encuentran las oportunidades y detectan las amenazas a tiempo. Los gestores de comunidades deben proponerse cultivar esta cualidad individual y buscar mecanismos o herramientas que les permitan ser eficientes en esta asignatura. Porque para establecer y consolidar una comunidad se requiere ser cuidadoso a la hora de escuchar. Cuando se escucha con atención, se detectan a tiempo las opiniones, comentarios o inquietudes de la audiencia. Y si esto se hace con suficiencia, se podrán aprovechar las oportunidades y enfrentar las amenazas. No se puede alcanzar un alto desempeño en la gestión de comunidades, si no se escucha con atención.
4. Calcular
Otra de las competencias individuales que deben ejercitar los aspirantes a community manager son las aptitudes matemáticas. ¿Por qué? Porque todas las actividades digitales tienen un importante componente métrico y analítico. En el mundo digital, no se puede optimizar una tarea si no se tiene la capacidad de procesar datos y la habilidad de interpretarlos. Y para estas dos labores es obligatorio tener un sentido numérico altamente desarrollado. Estudiar y resolver problemas matemáticos o estadísticos, familiarizarse con las hojas de cálculo y sentirse cómodo en el universo analítico y de los números es un aspecto trascendental para la evolución de los gestores de comunidades digitales.
5. Investigar
El deseo de investigar es muy útil para los community managers en su día a día. Investigar sobre los contenidos, sobre el entorno y los temas del momento, sobre los resultados obtenidos con sus pasadas acciones, sobre las características y particularidades de los productos o servicios que ofrece el negocio, sobre los competidores y sobre los intereses y motivaciones de la comunidad. Instaurar una disciplina investigativa, antes de tomar decisiones o de lanzarse a la acción, puede marcar una diferencia significativa en los resultados obtenidos. Mientras más información se tenga de cualquier asunto asociado a la actividad, mejor desempeño se tendrá.
6. Advertir
Si se busca la definición de advertir en el diccionario, la primera acepción es: fijar en algo la atención, reparar, observar. Los gestores de redes sociales necesitan advertir todo lo que pasa a su alrededor, para poder aprovechar cada circunstancia benéfica para la marca o el negocio. Los momentos propicios para lograr altos niveles de visibilidad y efectos virales en las redes sociales son muy escasos, por eso los community managers deben estar atentos para encontrarlos, propiciarlos y aprovecharlos al máximo. Advertir, reparar y observar el entorno son, por ende, aspectos críticos que se deben ejercitar con frecuencia, de lo contrario se perderán las pocas oportunidades que ofrecen las redes sociales para sobresalir.
7. Enfoque
La rutina laboral de los gestores de comunidad es tan agitada que es imposible de llevar si no se tiene un enfoque riguroso hacia lo verdaderamente importante. Concentrarse en los objetivos, en las tareas prioritarias y en las acciones que traen resultados valiosos para la organización debe convertirse en la obsesión de los community managers. Dejar de gastar tiempo en las cosas improductivas, para enfocarse en lo que aporta valor real a la comunidad o al negocio, es imperativo para quienes administran la presencia en redes sociales.
8. Transformar
Los community managers sobresalientes tienen algo en común: una capacidad sorprendente para transformar las cosas negativas en experiencias positivas. Cualquier persona que haya vivido la experiencia de gestionar una comunidad sabe que el reto máximo de su actividad es enfrentar una crisis. Y tenga la certeza que las crisis son inherentes a las comunidades, porque es imposible tener un grupo de personas siempre contentas y satisfechas. En algún momento aparecerá un problema y, dependiendo de la habilidad del gestor, ese problema se convertirá en una crisis o en una oportunidad. Aprovechar cualquier suceso, incluso los negativos, para transformarlos en experiencias positivas y destacables es una capacidad que se prepara y entrena, y los buenos community managers lo hacen a diario, hasta dominarla.