Los retos ortográficos que todo community manager debe superar

Prepárese para enfrentar los desafíos cotidianos que tiene el español cuando se gestiona una comunidad digital, y evite con esto una crisis de reputación.

retos-ortograficos-community-managerTodos caemos en algún error ortográfico, sin excepción. Sin embargo, que estemos siempre expuestos a estos fallos y que todo el mundo los cometa no puede ser una excusa para no trabajar de forma incansable en la búsqueda de la corrección ortográfica. Mejorar la habilidad para comunicarnos sin deficiencias con la redacción, debe ser un objetivo permanente de aquellos que gestionan una red social, personal o de negocio.

Pero, ¿qué significa tener corrección ortográfica? Pues bien, tener corrección ortográfica significa respetar las normas ortográficas y gramaticales que establece la Real Academia Española. Ambas, ortografía y gramática, son una abundante compilado de reglas y principios que, al usarse bien, nos permite comunicarnos e interactuar correctamente con una persona o audiencia. Para marcar la diferencia entre estas dos áreas, aclaremos que la ortografía es la responsable de dictar las normas y convenciones que rigen el sistema de escritura; por su parte, la gramática es la encargada de las reglas que gobiernan el uso de la lengua y la organización de las palabras para construir mensajes coherentes y entendibles.

Ahora, no todas las normas tienen la misma importancia práctica. Básicamente, porque algunas son usadas con más frecuencia en las comunicaciones o conversaciones de una persona o empresa. Es por esto que es preferible, para los community manager, enfocarse en esas que causan los errores más comunes y repetitivos, para así poder asimilarlas y dominarlas. Trabajando así, con pequeños pasos y enfoque en lo recurrente, se podrá avanzar rápidamente hacia la corrección ortográfica.

Los 8 errores ortográficos más comunes en las redes sociales

El libro Ortografía de la lengua española, publicado por la Real Academia Española (Madrid: Espasa Libros, 2010), es un documento de 743 páginas repletas de directrices para usar el español de la forma correcta. Todas y cada una de ellas tienen un sentido. En esta publicación, no estamos invitando a eludir o ignorar a alguna; por el contrario, ojalá que las personas que gestionan una red social se tomaran el tiempo de revisar el libro para aprender y poner en practica lo que allí dice. Pero, también entendemos que no todos tienen el tiempo suficiente para hacer esto. Es por esto que a continuación queremos presentar ocho que consideramos claves. Elegimos enfatizar en esas ocho porque consideramos que su uso en el lenguaje es cotidiano y repetitivo.

1. ¿Por qué nos olvidamos de abrir los signos de puntuación?

En el español —a diferencia del inglés—, los signos de interrogación y exclamación son dobles. Es decir, se abren y se cierran. Este es un error ortográfico frecuente en las redes sociales. Sí, aceptamos que los caracteres son un bien escaso en estas plataformas; no obstante, esto no nos puede llevar a maltratar el lenguaje. Abrir y cerrar los signos de exclamación e interrogación ayudará a evitar equívocos y facilitará la lectura e interpretación del mensaje. Puede parecer una tontería, pero abrir y cerrar los signos de puntuación hablará bien de usted.

2. No todas las frases terminan en punto

Los títulos y firmas no llevan punto final. El título es la oración que encabeza un escrito y la firma es el texto que lo acompaña al finalizar. En ambos casos, el punto final sobra. La RAE es muy explícita —en el apartado 5.1.3. del libro Ortografía de la lengua española— cuando afirma: «nunca se escribe punto tras los títulos y subtítulos de libros, artículos, capítulos, obras de arte, etc., cuando aparecen aislados y son el único texto del renglón». Además, las frases que terminan en signos de interrogación, exclamación o puntos suspensivos, tampoco deben tener un punto final.

3. ¡El punto y coma existe!

No hay un signo de puntuación más subutilizado que el punto y coma. La coma y el punto —cada uno por separado— se ven sometidos diariamente a un abuso exagerado, mientras que el punto y coma es abandonado —pudiendo serles de gran ayuda—. El punto y coma es una buena alternativa para separar frases cuando los cambios entre ellas no son tajantes. También, se puede usar para enumeraciones extensas, que tengan conjunciones dentro de ellas.

4. Deje de abusar de las mayúsculas

Emprendamos una cruzada colectiva y comprometámonos con ella: evitemos, de una vez por todas, esa mala costumbre de usar las mayúsculas para todo. El uso de las mayúsculas está regido por reglas claras y específicas. Las mayúsculas no se deben usar para destacar, resaltar o llamar la atención dentro de un texto. El grupo de reglas para el correcto uso de las mayúsculas es extenso; por lo tanto, resumirlas en esta publicación haría este texto muy largo. Nuestro consejo: enfóquese en los nombres propios y, ante la duda, consulte en el sitio web de la RAE.

5. Tenga cuidado con las unidades de medida

¡Alerta! Todas las unidades de medición tienen una abreviatura estándar, y es incorrecto modificarla. Por ende, el community manager está en la obligación de familiarizarse con las medidas de uso común en el sector en el que se desenvuelve la empresa. De la misma forma, es importante entender que dichas unidades no tienen singular y plural, y tampoco se escriben con punto al final.

6. La letra cursiva tiene un uso específico

La cursiva o bastardilla es un recurso tipográfico que se usa como instrumento para referirse a cosas. Dentro de los usos correctos de la cursiva están: títulos de libros, títulos de publicaciones, manifestaciones artísticas —canciones, cuadros, esculturas, etc.—, películas y programas, nombres científicos, notas musicales, nombres de vehículos, mascotas, apodos, términos extranjeros, entre otros. No es una buena idea usar la letra cursiva para destacar.

7. Aprenda a usar bien los extranjerismos

En algunos casos, nos vemos obligados a insertar dentro de los escritos alguna voz o expresión en otro idioma. Aclarando desde ya que, como norma general, se debe hacer un esfuerzo por evitar el uso de extranjerismos. Pero, cuando nos sea imposible eludirlos, la RAE pide respetar la ortografía y gramática de la lengua original, y destacarlo entre comillas o en cursiva.

8. No caiga en la trampa del dequeísmo y el queísmo

El dequeísmo es ese error común, que consiste en poner la preposición «de» delante de «que» cuando no corresponde. Hay muchas técnicas para evitar este fallo, pero la más práctica es formularse la pregunta. Por ejemplo: «pienso que está bien» es una frase correcta —porque la pregunta sería, ¿qué piensas? Sin el de antes—; en cambio, «pienso de que esté bien» es incorrecta —porque esa frase supondría la pregunta ¿de qué piensas?, que evidentemente está mal formulada—. El caso contrario del dequeísmo es el queísmo, que consiste en omitir la preposición «de» cuando sí debe usarse. Para detectar este error, usamos el mismo método: formularnos la pregunta.

Tener una buena ortografía es una tarea compleja y, quizá, interminable. Sin embargo, es posible avanzar y mejorar. Algunas sugerencias para lograr ese mejoramiento: lea en exceso, no se canse de preguntar y consultar y diseñe un proceso de revisión por pares. Con esos tres consejos finales podrá perfeccionar lo que escribe y publica en las redes sociales.


BIBLIOGRAFÍA
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Ortografía de la lengua española. 2010. Espasa Libros.
COMÍN SEBASTIÁN, Pilar. Ortografía y gramática para dummies. 2013. Grupo Planeta.
ARANDA, José Carlos. Ortografía fácil. 2014. Berenice.

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