Repase la metodología para calcular el retorno sobre la inversión en las redes sociales, una de las piedras en el zapato de cualquier estrategia digital.
Cada que se inicia una conversación con un empresario o directivo, novato o experimentado, de una organización surge una pregunta de forma recurrente: ¿cómo se calcula o determina el ROI —por las siglas en inglés de return on investment, retorno sobre la inversión— en las redes sociales? Esta inquietante pregunta ha sido, por mucho tiempo, una piedra en el zapato para quienes gestionan una actividad en dichas plataformas, para la mayoría de los líderes y desarrolladores de estos escenarios sociales y, obviamente, para las compañías que ven como estas herramientas de interacción digital se llenan de usuarios que cada día son más difíciles de atraer y monetizar.
El fallo de los negocios comienza cuando ingresan al mundo digital por moda —escuchamos en cierta ocasión al directivo de una importante empresa decir «hay que estar en las redes sociales, porque todos nuestros competidores y clientes ya están allí», grueso error—. Una forma de actuar que de inmediato condiciona el accionar en las plataformas sociales, porque desde el planteamiento de la actividad no se hace un énfasis en los objetivos buscados sino en las tácticas a ejecutar.