El caótico mundo de las redes sociales es implacable para quienes no construyen planes de acción y decisión detallados que los orienten ante cualquier escenario antes de sumergirse a él.
Son muchas las organizaciones con intenciones de sumergirse —o profundizar la actividad— en las redes sociales que no saben cómo hacerlo. ¿De qué se debe hablar?, ¿cada cuánto se debe hacer?, ¿cómo se pueden atraer seguidores?, ¿qué tono se usa para comunicarse con ellos?, ¿cómo se involucran en una conversación?, etc., son las preguntas que se formulan de forma frecuente los directivos. Las respuestas a cada una de estas preguntas —y a otras— solo aparecerá con el continuo estudio de las plataformas sociales, la planeación de las acciones y el análisis de los resultados.
Tristemente algunos empresarios creen que la actividad social se reduce a crear una página en Facebook o un perfil en Twitter o Instagram, invitar a los amigos o conocidos y empezar a publicar mensajes e información de productos o servicios. Una receta bastante popular que, generalmente, no conduce a nada, no entrega ningún resultado y hace perder el tiempo (en algunos casos dinero y hasta podría poner en riesgo la marca).
Presentemos, entonces, los diez conceptos elementales que ayudarán a las compañías a conseguir objetivos en las redes sociales:
1. Diferenciar: actividad social, optimización social y marketing social
El punto de partida de cualquier iniciativa social es entender y separar estos tres conceptos. El más sencillo de los tres es el marketing social (social media marketing en inglés o SMM), porque no es otra cosa diferente a contratar publicidad para aparecer en las redes sociales. La optimización social (social media optimization en inglés o SMO) consiste en adecuar el sitio web para que sus contenidos sean distribuidos con facilidad en las redes sociales. Y la actividad social agrupa las tareas derivadas de crear presencia, con perfiles propios en las redes sociales, para: atraer audiencia, compartir contenidos e interactuar.
Las tres tácticas pueden convivir y las organizaciones exitosas en redes sociales le sacan provecho a cada una de ellas. De la misma forma, es posible que una empresa elija alguna de las actividades e ignore las otras.
2. El community manager es imprescindible
Las compañías que toman el camino de la actividad social, deben entender que el gestor de comunidades es una pieza inevitable del organigrama. La creación y ejecución de una línea editorial, la gestión de la interacción con las audiencias, el cuidado de la reputación y el análisis de los resultados métricos, son actividades que necesitan tiempo y responsable. Todas las organizaciones, con presencia social, están en la obligación de destinar recursos y desarrollar competencias en su interior para poder obtener resultados positivos en las redes sociales.
3. La interacción es el verdadero objetivo
En las redes sociales se busca calidad y no cantidad. La meta de una empresa es crear una audiencia —tan grande como sea posible pero sin obsesionarse con el número—, para luego establecer una relación cercana con ella. Lo importante no es cuántos sino quiénes.
Los directivos necesitan entender que crear actividad social significa abrir canales de comunicación y relacionamiento; lo cual conlleva escuchar y conversar. Si una compañía entra a las redes sociales para perseguir el viejo objetivo de lograr un gran alcance, va por el camino erróneo y se está perdiendo la oportunidad de construir una comunidad alrededor de la marca, producto o servicio.
4. Las redes sociales entregan resultados en el mediano / largo plazo
Pedir beneficios inmediatos hace que se confundan los caminos y se tome la ruta de la excesiva comunicación comercial con la audiencia. La actividad social es más parecida a un plan de relaciones públicas que a uno de marketing directo. Plantearse objetivos a mediano o largo plazo permitirá diseñar acciones menos invasivas y conducirá a la creación de escenarios altamente rentables para las organizaciones.
5. Cada red social es diferente
Suelen agruparse las redes sociales en un conjunto en el que las actividades de gestión y los contenidos son exactamente iguales para cada una de ellas. Los líderes corporativos deben saber que cada plataforma tiene sus particularidades; en lenguaje, perfiles de audiencia, formatos de contenido y características de consumo. No puede ser igual el contenido de Instagram que el de Twitter, o viceversa. Si una empresa, por reducir gastos o por cualquier otra razón, opta por estar en todas las redes sociales, haciendo lo mismo en cada una de ellas, los resultados serán buenos en una y desastrosos en las otras.
6. Definir el perfil de audiencia es prioritario
Invertir tiempo en la formulación de una estrategia y un plan de trabajo garantizará una ruta clara para todos los involucrados en la actividad social de la compañía. Y, dentro de las tareas más importantes de esta planeación, está la perfilación de un segmento de audiencia claro y específico. Reconocer a quien nos dirigimos simplificará el trabajo de construcción de contenidos y arrojará pistas fundamentales para definir el tono de las interacciones.
7. Para atraer necesitamos entregar valor
La sobrecomunicación ha llevado a las personas a ser más selectivas para escoger a quien seguir. Quienes consumen hoy contenidos en las redes sociales no buscan información sino afinidades y conversaciones cautivadoras sobre sus intereses. Entregar valor es el principio elemental para atraer y retener audiencias. Las marcas, productos o servicios tienen que ser útiles para sus seguidores, de lo contrario no lograrán acercarse a ellos.
8. Medir es una costumbre saludable
Definir Indicadores y medirlos no le gusta a nadie, parece una pérdida de tiempo, pero es la senda hacia el éxito. Medir no debe ser visto como una evaluación de resultados sino como un análisis de lo hecho y obtenido para encontrar enseñanzas y aprendizajes aplicables a futuras acciones. Buscar el mejoramiento, a partir de las cifras, ayudará a instaurar una disciplina poderosa al interior de la organización. Los gestores necesitan reconocer, al instante, cuando hacen algo bien y cuando lo hacen mal.
9. Un seguidor no significa nada
Cuan equivocados están quienes pregonan cantidad. Los directivos deben crear consciencia dentro de la empresa de que el volumen o tamaño de audiencia es una cifra inútil si la contribución final de esta no es valiosa para la compañía. ¿Que aporta la audiencia que se ha consolidado en las redes sociales? Esa es la pregunta que, de forma constante, se deben formular.
10. Los protocolos son primordiales
Siempre será útil, en cualquier actividad, tener un manual de funciones y procedimientos. El community manager debe crear y documentar protocolos claros para cada actividad asociada a su tarea. La correcta gestión de la presencia social dependerá de que tan rigurosos sean estos procedimientos.
Bibliografía
HUERTA, Iñaki. 10 cosas que deberías saber antes de meterte en Social Media. Artículo publicado en Blog.ikhuerta.com en noviembre de 2010.