Siempre que hacemos alusión a una marca o al marketing, el común de las personas suele asociar el concepto con una imagen visual, una frase o iconografía que se vincula con el consumo de un producto o servicio; sin embargo desde nuestra experiencia con gobierno en América Latina trabajamos el concepto de marca o marketing, más desde la experiencia emocional de los diferentes públicos que tienen contacto con la institución o los seres humanos que la representan.
Las marca de gobierno es la experiencia del ciudadano con el servicio que recibe por parte de la institución o sus representantes y es un proceso de elaboración que está fuertemente ligado con el estilo del liderazgo de quien encabeza el gobierno, que incluso marca el futuro del proyecto político de esta persona y además genera un fuerte impacto en aspectos como la imagen o la reputación de la marca ciudad, de la marca clase dirigencial e incluso de la marca poder político en el mismo territorio.