A mi juicio, un buen cuarto de guerra en Marketing Polìtico y Gobierno, debe contar con 7 características esenciales:

Uno de los más reconocidos cuartos de guerra de Gobierno es el que integran el Presidente de los EEUU con su cúpula militar y la línea de fuego de su gabinete. Foto: DRA
Multidisciplinar: Se conforma por personas con diversas profesiones, formación, pensamiento e incluso experiencia. Solo debe unirnos la lealtad con el candidato, líder o interés político que los reúne.
No Áulico: Los lambones y los áulicos del líder o candidato sobran en los buenos cuartos de guerra. Allí se discute de manera descarnada la estrategia y por ende se debe tener apertura y franqueza para debatir sobre virtudes y defectos sin generar heridas, susceptibilidades o daños en la relación de equipo.
Eficiente: El Cuarto de Guerra debe tener una reunión periódica con objetivos precisos, medibles y verificables, emplear bien el tiempo, actuar con prontitud, disponibilidad a ejercer participación y consejo, incluso vía virtualidad.
Variable: Desde mi experiencia no recomiendo un Cuarto de Guerra permanente para todas las etapas de una campaña o un gobierno. Hay momentos en que las posturas se vician, las tensiones aumentan o hay desgastes que obligan a la rotación de los integrantes.
Cercanía: Con el gobernante o el candidato, quien debería liderarlo periódicamente o delegarlo en el gerente de la campaña y verificar que el flujo de consulta-recomendaciòn y la escucha de doble vía es eficiente.
Capacidad de lectura y análisis: Los principales escenarios donde se libran las tensiones públicas de un gobierno o una campaña son los medios o los actos públicos y un buen cuarto de guerra debe contar con información veraz y –sobretodo- capacidad para interpretar los discursos, los actores, las arenas y los mensajes no verbales de cada hecho político.
Prospectivo: Debe analizar las fisuras de discurso y tensión que se generan en el terreno político y que podrían ser aprovechadas por sus rivales. Anticiparse en la planeación no es actuar, es observar en prospectiva y preparar las armas y la munición ( díria Sun Tzu) para el momento de la defensa o proactivamente a necesidad.
Generar táctica, revaluarla y volverla a generarla: El principal producto del War Room no son palabras, análisis u opiniones. El ritmo vertiginoso de las campañas y los gobiernos, matizado por la velocidad con la cual la comunicación 3.0 hizo horizontal la relación con los ciudadanos; obliga a que estos comités generen productos tácticos y decisiones que deben implementarse, evaluarse y si es necesario: reforzarse, replantearse o acabarse.