Lágrimas forzadas en Corea del Norte

Imágenes como estas fueron divulgadas por las agencias y servicios de prensa desde Corea del Sur luego de la muerte de Kim Jong-il

Imágenes como estas fueron divulgadas por las agencias y servicios de prensa desde Corea del Sur luego de la muerte de Kim Jong-il Cortesía The Guardian

El reciente fallecimiento del líder norcoreano Kim Jong-il, quien fue catalogado por muchos como el dictador más brutal del planeta por haberse descubierto que lideró varios atentados terroristas, persiguió compatriotas por todo el mundo, restringió de manera salvaje las libertades de su pueblo y vociferó ante el mundo su defensa como potencia nuclear; es uno de los hechos geopolíticos más importantes con los que termina este 2011.

Las dos Coreas se erigen como tal a partir de una herencia histórica de la China. Este fue un escenario de la llamada “Guerra Fría” una confrontación indirecta entre las dos grandes potencias que dejó la Segunda Guerra Mundial: URSS y USA, que se libró en ciertos territorios como una tensión de baja intensidad, siempre bajo el fantasma de que una posible guerra entre ambos, detonaría armamento nuclear y éste generaría el fin de la vida en el planeta.

Corea del Norte representa la única república que sigue al pie de la letra la doctrina de Stalin. El dictador Kim Jong-il,  generó varias campañas en su país para obligar a los ciudadanos a considerarlo un semidios o un salvador. Como dato curioso, muchas personas de Corea del Sur se les impidió llegar al sepelio del dictador fallecido e incluso el gobierno del norte advirtió que cualquier intento de ingresar al sector norte de la península, se convertiría en un “Mar de Fuego”

Un artículo del diario The Guardian afirma que la Comisión de Defensa de Corea del Norte, una especie de Junta de Gobierno delegada por el dictador al morir y que seguramente acompañará a su joven hijo Kim Jong-un quien ahora asume el poder; ha anunciado que su política no variará y que el nuevo dictador vitalicio seguirá por esta senda, donde el tema que más aterroriza al planeta es la recalcitrancia en materia política y militar, teniendo en cuenta el poderoso armamento nuclear que hay en Pyongyang.

Nadie comprende el porqué los ciudadanos de norcorea expresan un dolor tan profundo en las imágenes que envían al mundo las cadenas de televisión y las agencias internacionales. Es evidente que los rasgos culturales y el sometimiento político lleva a una emocionalidad sui generis. Es extraño esto para nosotros que somos ciudadanos en modelos políticos como los de occidente, donde la salida de un presidente o primer ministro provoca gratitud y muchas veces alegría, siendo el cambio uno de los factores que más motiva nuevas decisiones en materia política.

 

Lo que poco se conoce es que el Corea del Norte – según revelación del diario El Mundo de Madrid- existe un sistema de persecución a los ciudadanos que incluso los obliga a expresar públicamente su simpatía por el dictador o de lo contrario reciben fuertes represiones ellos y sus familias. Dice el texto de El Mundo: “Nadie puede abandonar la nación. Mostrar insuficiente devoción hacia el líder se paga con la cárcel”