La inscripción de candidatos por firmas es una figura que se ha tornado popular en el país. En las capitales más grandes de Colombia, para 2015, triunfaron movimientos inscritos por firmas, así: En Bogotá, Enrique Peñalosa lideró con un movimiento llamado Bogotá Mejor para Todos, por su parte, en Medellín, Federico Gutiérrez ganó el sufragio con el movimiento Creemos. Además, este año, en las elecciones a la presidencia existieron ocho movimientos que inscribieron candidatos y tres que no superaron el umbral. ¿En 2019 se repetirá este fenómeno?

Las encuestas que se realizan en pre campaña arrojan resultados que están más ligados al reconocimiento del aspirante que a la decisión de voto. Foto: Cortesía
Un porcentaje muy reducido de ciudadanos, somos los que a esta altura del año estamos reflexionando y analizado el tema electoral. A poco menos de 5 meses de las elecciones regionales en Colombia, los llamados ciudadanos “de a pie” (recomiendo esta descripción del periodista español Luis del Palacio) están sumergidos en otros temas, sus interés y motivaciones se movilizan desde lo público por aspectos de menor plazo y muy poco desean saber de programas de gobierno, equipos de campaña e incluso de encuestas.
Este período suele ser llamado por los especialistas en marketing político como la precampaña y va articulado con el calendario electoral de cada país o región, al momento previo que tienen los candidatos para empezar a tejer sus redes de respaldos colectivos que incluye el aval de un partido o las firmas que sustenten su intención, la construcción de su programa de gobierno y la constitución de una estructura de campaña que les permitirá afrontar el momento posterior del proceso.
En la precampaña, las autoridades electorales de cada ciudad, departamento o país establecen unas normas específicas y un calendario con los plazos, con el fin de garantizar que todos los “corredores” salgan del partidor con las mismas garantías. Aspectos como la plaza pública masiva, el manejo de los cargos a los que se aspira en piezas publicitarias, el acopio de recursos presupuestales, entre otros, son regulados por las autoridades electorales y pueden constituirse en herramientas que los rivales pueden utilizar a futuro en contra de un candidato que puntee las encuestas o resulte ganador en unos comicios.
¿Está usted interesado hoy en quién será el próximo Alcalde o Gobernador?
¡Se abre la Plaza Pública!