La sutil diferencia entre ser terco y ser perseverante.

climbing-2609319_960_720Yo creo que existe una sutil diferencia entre ser terco y ser perseverante.

Cuando soy perseverante, lo hago desde el campo de las posibilidades. Es decir, tengo la certeza de que con ayuda de la disciplina y la voluntad puedo alcanzar mi objetivo porque tiene lógica y sentido común. Muy contrario a la terquedad, pues cuando decido ser terco, le insisto a un tema, que a todas luces no tiene futuro, ni razón de ser, ni posibilidad de éxito porque sólo me mueve el deseo de llevarme el punto, más por vanidad y ego herido…por querer demostrar lo indemostrable.

En aquellos días, cuando me comporto desde la terquedad, dejo de lado la sensatez, a pensar de los buenos consejos de amigos y cercanos, que ya me han dicho que aquello que pretendo, no es posible.

En el I Ching encuentro en sus hexagramas, que “la perseverancia es favorable”. Pero confundo los términos porque se libra dentro de mí, un combate entre el insensato y el cuerdo, entre el lógico versus el estratega, entre el racional en contra del iluso.

He aprendido a lo largo del camino, que la obstinación no sirve de nada. En virtud de que prolonga más de lo necesario, la batalla interior, agotando fuerzas y motivación, pretendiendo tener la razón, cuando esta, no se tiene.

Con el tiempo me voy dando cuenta de que una cosa es la disciplina y otra muy distinta es la terquedad.

Es más importante perseverar, cuando las probabilidades de éxito se alimentan desde la lógica.

Recuerdo a mi padre, cuando me encargaba tareas que obligaban el ejercicio de mi paciencia, como, por ejemplo, desenredar una cuerda. En medio de mi desespero, tiraba con fuerza y terquedad del hilo y eso enredaba más el ovillo; entonces sonriendo con calma me decía: -hijo…” maña y no fuerza”-.

Cuando me voy por la vía de la terquedad, no me permito escuchar opiniones y consejos, que es todo un arte, pues como terco, no me dejo asesorar.

Está claro que los consejos de una madre o un padre están cargados de experiencia vital. He comprendido a punta de golpes existenciales, que es de sabios dejarse asesorar y de alguna manera, la vida continuamente me regala momentos maravillosos, donde debo escuchar lo que dicen los viejos.

Como cuando el hijo pretende sostener una conducta desde el enamoramiento. La madre merced a su visión amorosa y sensata lo invita a reflexionar sobre la manera como él está llevando su relación de pareja, demasiado acelerada y precoz. Entregando tiempo, energía y apasionada generosidad, hasta correr riesgos en contra de su propia seguridad física.

Le dice: -hijo, te das cuenta de que lo que hemos conversado, coincide con lo que te he enseñado en torno a la perfecta sincronía con el Universo. Espero que ya te estés dando cuenta de cómo pones en peligro tu futuro, al tomar decisiones desde la terquedad, y no desde la sensatez-.

Yo creo que, en virtud de la sutil diferencia entre perseverancia y terquedad, en la vida, no hay ni vencidos ni vencedores; más bien lo que encuentro es un proceso que permite el mejoramiento continuo, porque si no soy terco, lo puedo implementar independientemente del ego y la vanidad, eso sí, desde la perseverancia, como resultado de la disciplina y la voluntad.

La sugestión…obra.

matsumoto-castle-2592033_960_720Yo creo que la sugestión obra de manera decisiva.

Cuentan las historias del lejano oriente, que una vez un poderoso guerrero japonés, decidió atacar al enemigo, porque sabía que su oponente, sólo tenía una décima parte de su ejército; entonces las probabilidades de ganar eran enormes, pero sus propios soldados, dudaban de sus capacidades y oportunidades de éxito.

Así que, en el camino frente a un santuario sintoísta, dijo a sus hombres: -Después de visitar este lugar de meditación, echaré al aire una moneda y ella decidirá nuestra suerte; si sale cara ganaremos, si sale cruz perderemos. El destino nos tiene en sus manos-.

Entonces, el guerrero de una manera ceremoniosa, con paso lento pero decidido, entró en el santuario, y en su meditación profunda, ofreció una plegaria en silencio.

Al salir de aquel sagrado lugar, arrojó la moneda y esta cayó por el lado de la cara.

Al ver esto, sus soldados fueron a luchar con tanta motivación y fuerza, que ganaron fácilmente el combate.

-Nadie puede cambiar la mano del destino- dijo su primer oficial después de la batalla. -Ciertamente respondió el guerrero-, mostrando la moneda, que tenía caras por ambos lados.

La mente es poderosa cuando busca “hacer realidad”, un pensamiento o una creencia.

Por ejemplo, con una enfermedad, como lo explican muy bien Thorwald Dethlefsen y Rüdiger Dahlke en su libro La enfermedad como camino, donde demuestran, cómo lo inconsciente se manifiesta a través del cuerpo.

Cuando se presentan migrañas, molestias gastrointestinales, colón irritado, el síndrome de la vejiga tímida o paruresis, que consiste en dificultad para orinar en baños públicos o cuando hay personas en los alrededores, dolores crónicos asociados a la fibromialgia, alopecia areata, la tricotilomanía, la tos psicosomática, el prurito o rasquiña psicógena, algunos problemas en la piel, entre otros, podemos inferir, que estos trastornos puedes ser causados por muchos factores, entre ellos, además de los físicos y orgánicos que entienden muy bien los médicos, los de tipo psicológico relacionados con las emociones y la manera como pensamos, nos autosugestionamos o nos dejamos sugestionar por otros o por la manera como leemos las circunstancias.

En consecuencia, yo creo que, si soy capaz de sugestionarme en un sentido, podría hacerlo en el sentido contrario, para programar salud, bienestar, armonía y paz interior, que por supuesto, se reflejarán en mi cuerpo.

La sugestión obra en todos los aspectos de la vida, no solo en la salud, o en el éxito de una empresa o gestión, pues un patrón de pensamiento puede “contagiar” a otros de manera exponencial y lograr catástrofes financieras, éxitos económicos, así como derrotas de personas valiosas, a partir de acusaciones sin fundamento o por el contrario perfeccionar la imagen de un personaje inadecuado o producto dañino.

A través de redes sociales, la sugestión viaja, gracias a la capacidad viral de las falsas noticias, ellas van cargadas de elogios o improperios en virtud de sus frases sugestivas perfectamente fabricadas para tal fin.

Yo creo que las cosas son, dependiendo de mi percepción. Y debo desarrollar la capacidad de filtrar, procesar y asimilar información proveniente del exterior, para identificar si es tóxica o nutritiva para mí.

Y además sé, que puedo autosugestionarme, para bien o para mal… si tengo una moneda con dos caras.