Yo creo que es momento de identificar cómo la ansiedad, la angustia y el estrés se apoderan de nosotros.
No es extraño observar el aumento de consultas psicológicas gracias a la remisión que hacen los médicos, quienes evalúan a sus pacientes y luego de estudiar con detenimiento cada caso, sugieren la colaboración de un terapeuta psicólogo, porque aquello que comenzó como una consulta de rutina, sospechando una enfermedad de tipo orgánico, termina con los diagnósticos de ansiedad, angustia y estrés que requieren el trabajo en equipo interdisciplinario, de profesionales de la salud mental. Continuar leyendo
Yo creo que existe diferencia entre ser competente y ser competitivo. Mientras que el primero se refiere a ser capaz desde el talento y la suma de habilidades, logradas a pulso y fruto del esfuerzo sostenido, el otro está asociado al proceso de vencer, midiendo fuerzas con un oponente para determinar quién es mejor, incluyendo la posible trampa que se haya maquinado para alcanzar la meta; pues para estos individuos, lo importante es llegar primero, no importa si se ha alcanzado, utilizando métodos fraudulentos.
Yo creo que hay decisiones que se toman en caliente sin que medie la razón, y otras donde la razón no permite la acción…entonces hay que consultar al corazón.
Qué difícil tomarlas cuando tengo la presión del tiempo, o cuando puedo ver el daño que causaré a otros, o cuando el miedo a la equivocación me paraliza y entonces, la sensatez me regala la lógica, de esta forma, detiene mi locura o mi acaloramiento, provocado por la emoción.
Pues, aunque en las decisiones, la lógica debe imperar… en el mundo de los sentimientos humanos la emoción gana la partida y nos lleva a tomar decisiones locas, atrevidas y contra todo pronóstico, prácticas… como cuando, por ejemplo, un hijo, que por orgullo, vanidad, egoísmo o demanda de amor, ha tomado la decisión de cortar la comunicación con su padre de manera unilateral, entonces su comportamiento, que parece que nace más del miedo de ser confrontado, que de una madura reflexión en torno a las consecuencias de no querer comunicarse, hace que el Universo conspire, como un gran maestro, que aunque doloroso, se torna educativo y sirve como lección de vida.
Ahora lo que realmente interesa no es la decisión como tal, sino sus consecuencias.
Esto significa que toda decisión debe tomarse desde varios puntos de vista y criterios, teniendo en cuenta posibles modelos que reflejen efectos futuros.
Además, gracias a la equivocación aprendo; así como también sé que, en materia de decisiones, hay errores fatales, que no permiten ni la reversa, ni la posibilidad de futuro.
Cambiar de opinión es de sabios; debido a que, con el tiempo, voy descubriendo nuevas alternativas, nuevos elementos, y mayor serenidad, que me ayudan a tomar nuevas y mejores decisiones, más sanas y saludables para mi y para otros.
Y a veces tomamos decisiones, sin que las partes interesadas se enteren, entonces nos toma por sorpresa, la sorpresa misma del afectado, como si fuera su obligación estar al tanto de los cambios que adopta quien toma decisiones sin consultar o comunicar.
Yo creo que cuando tomo decisiones, no puedo ignorar las consecuencias que ello trae. Entonces tampoco debo sorprenderme, con el resultado de mis actos.
Yo creo que la maestría está en lo que se hace y no en lo que se dice. Por eso un maestro habla poco y hace mucho.
Relatan las historias que Soyen Shaku, fue el primer maestro budista en enseñar en los Estados Unidos de América. Nació el 10 de enero de 1860 en Fukui, Japón y falleció el 29 de octubre de 1919 en Kamakura, Japón. Continuar leyendo
Yo creo que tener una tarea pendiente o en otras palabras estar ocupado en un asunto por hacer, es una buena manera de encontrarle sentido a la vida, precisamente por la meta y por el proceso mismo de alcanzar dicho objetivo.
Yo creo que le tenemos miedo a las conversaciones profundas. Y creo que la raíz del miedo se encuentra en la incomodidad que produce el descubrimiento de quienes realmente somos.
Las “conversaciones de ascensor” no pasan de un saludo formal y de un comentario general en torno al clima. Luego una despedida obligada y una mirada fija en la “cámara celular” que también sirve para hacer llamadas, evitando cualquier contacto serio, trascendental, transformador con alguien que, a través de una pregunta incómoda, nos pueda lanzar al mundo de la reflexión interior.Continuar leyendo