Yo creo que…

Yo creo que…

Yo creo que…

  • Inicio
  • Juan Carlos Posada Mejía

¿ Y ahora… qué hago con mi vida?

;
  • 27. ago
  • /
  • Crecimiento personal Espiritualidad Familia Filosofía Pareja Psicología Psicología Existencial Psicoterapia Vida social
  • /
  • No hay comentarios

pexels-photo-6436013Yo creo que se deben aprovechar, de manera más consciente, las segundas oportunidades.

El escenario en el segundo piso de la clínica no había cambiado, el diferente era yo. Me senté en la misma silla en la sala de espera, sin embargo, la expectativa y el miedo eran diferentes. Si hace seis meses no me esperaba un diagnóstico de muerte, ahora su omnipresencia se hacía más evidente. Sentado allí anticipaba lo que el médico me podría decir… sólo tenía dos posibilidades, por un lado, la opción de que el tratamiento hubiese fracasado y por el otro, la del éxito del proceso.

Terminados los saludos protocolarios, extendí sobre el escritorio las placas y los resultados de los exámenes que el oncólogo había ordenado. Luego de mirarlos, una sonrisa de satisfacción iluminaba su rostro. El mío seguía largo, en consonancia con la angustia esparcida por todo el cuerpo.

Cuando por fin oí el veredicto, no salía de mi estupor. Tarde unos momentos para tomar conciencia de lo que decía el galeno. -Juan felicitaciones, el tumor ya no está-. En ese instante no sabía si reír o llorar. Miré a mi esposa que si se había dado el permiso de reflejarlo en su rostro. La tomé de la mano, para luego escuchar atentamente las recomendaciones del doctor.

El tratamiento que sigue continuó explicando el experto, es con radioterapia, para garantizar que las células malignas microscópicas desaparezcan del todo. Normalmente las imágenes computarizadas, permiten ver las células grandes, pero el detalle escapa a esta tecnología, por lo tanto, debemos irradiar para estar seguros de la remisión-.

Salí del consultorio médico nuevamente en silencio, como la primera vez, aunque ahora se vislumbraba una segunda oportunidad para vivir. Mientras meses atrás el silencio era de terror, ahora el mutismo correspondía a la expectativa alegre frente a la posibilidad de vivir otro periodo largo, según mi esperanza.

Acto seguido, subí a la unidad de oncología, por recomendación del médico, pues me pidió que dirigiera unas palabras de fe y de coraje a los compañeros que aún se encontraban en quimioterapia. Toqué con fuerza la “campana de la esperanza” y me dirigí a cada uno de ellos en medio de mis lágrimas y mi alegría.

El momento fue mágico y lleno de energía, los aplausos no se hicieron esperar, sin embargo, internamente me sentí como un sobreviviente de la guerra, que observa a sus compañeros que aún permanecen en las trincheras luchando por sus vidas y yo al otro lado, con muchas ganas de salvarlos también a ellos.

Cuando escribo estas líneas, tengo la sensación del asunto inconcluso, pues aún me falta parte del tratamiento por hacer, pero al mismo tiempo tranquilo porque al menos podré vivir otro buen rato.

Me pregunto mucho desde el martes que fue la cita con el médico: ¿y ahora… qué hago con mi vida? ¿por dónde empiezo?… pues se me abre el campo de todas las posibilidades y reconozco que siento una gran responsabilidad, para ser y estar consciente aprovechando esta segunda oportunidad.

Acá dejo en este link el video del momento donde toco la campana de la esperanza.

Yo Creo Que Si Se Puede Juan Carlos Posada Mejía Psicólogo

 

  • angustia, ansiedad, campana de la esperanza, cáncer, coraje, esperanza, éxito, expectativa, fe, fracaso, linfoma, oncólogo, radioterapia, segunda oportunidad, soy diferente

Juan Carlos Posada Mejía

Creo en el poder curativo de la palabra y también en su enorme poder para destruir... entonces, entre comunicador social, conferencista y psicólogo, decidí dedicar el resto de mi vida a sanarme y sanar heridos espirituales, mentales y morales, por medio de la palabra.

Buscar

Entradas Recientes

  • La otredad.
  • Conciencia creativa.
  • Graduarse, es un ritual de paso.
  • La felicidad es la ausencia de apegos.
  • Sin tiempo no hay futuro.

Histórico