Yo creo que la confrontación puede hacerse de manera diferente.
Con frecuencia nos preguntamos qué tan importante puede ser la confrontación. A veces la respuesta es obvia. La confrontación es importante en tanto le permite a las partes en conflicto, descubrir qué tan fuertes, poderosos, astutos o competentes son.
Nos gusta compararnos con las habilidades, poderes y destrezas de los otros. Sin embargo la confrontación psicológica puede traer graves consecuencias emocionales, sobre todo para quienes terminan perdedores en estos encuentros.
Confrontar a otra persona supone la habilidad de un relojero. No es fácil criticar sin herir y mucho menos hacerlo con amor.
Los tiempos de hoy invitan al diálogo amoroso.