viernes
7 y 9
7 y 9
Viáticos y seguros sin sustento, millonarios contratos sin ninguna contraprestación, uso injustificado de aeronaves oficiales y excedentes sin motivo en la dotación de los soldados fueron algunos de los hallazgos hechos por la Contraloría, tras revisar varios contratos del Ejército Nacional. Estas irregularidades supondrían un detrimento patrimonial de $3.740 millones.
El primer hallazgo hecho por la entidad de control fiscal es el de un contrato para la reparación de componentes de la División de Aviación y Asalto Aéreo. De acuerdo con los auditores de la Contraloría, se habría presentado un daño fiscal estimado en más de $465 millones, pues “la institución militar hizo los desembolsos sin contraprestación alguna”.
Además, los responsables de la ejecución de dicho contrato no tuvieron que pagar, sin un motivo que sustentara la exención, una multa de cerca de $100 millones por incumplimiento.
Otra de las irregularidades que se habría configurado en los contratos del Ejército tiene que ver con el contratista encargado de suministro de combustibles. Según las pesquisas de la Contraloría, dicho contratista pudo usar, sin justificación, aeronaves oficiales.
Las irregularidades también se dieron en un contrato que fue adjudicado por la Central Administrativa y Contable Regional Usaquén, que tenía como destino la realización de varias obras de infraestructuras. Sin embargo, al revisar los documentos, “no fue posible evidenciar las cantidades descritas” entre lo ejecutado y lo cancelado. Las diferencias superan los $160 millones.
Otra irregularidad incluye directamente a oficiales de las fuerzas militares: el primero sería el encargado del Comando de Educación y Doctrina (CEDOC), quien habría recibido viáticos sin la debida legalización. El otro caso, incluiría “el pago injustificado de la prima de seguro para el hangar de oficinas en Guaymaral, que no pertenecía al Ejército”.
Otro punto que llamó la atención de la Contraloría fue un contrato por más de $471 millones celebrado por la Cuarta Brigada en el que hubo un gasto mayor al requerido para la dotación de 4.402 soldados, que se incorporaron en 2016 al Ejército.
“No existen soportes que permitan tener certeza sobre el destino final, justificación, utilización y beneficiarios de los elementos adicionales por valor de $140.659.200, monto del presunto detrimento patrimonial”, señaló la Contraloría en un comunicado.
Otra irregularidad en la Cuarta Brigada fue que “en la facturación de pagos por mantenimiento de vehículos (...) aparecen relacionados varios que al parecer no pertenecen a esa unidad militar”. De acuerdo con los datos hallados por el ente de control, habría un detrimento de más de $607 millones.
Otro punto que incluye vehículos es la existencia de varios que “a la fecha no han sido sometidos al proceso de chatarrización, pese a que se encuentran fuera de servicio”, lo que llevó a que deban ser incluidos en la póliza de seguros de la flota vehicular de la Cuarta Brigada. Así, en este punto, el detrimento es superior a $47 millones.
Hasta el momento el Ejército no se ha pronunciado sobre estos hallazgos de la Contraloría.