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Por Mario A. Duque Cardozo
Tiene apariencia de conejo. Orejas largas y esos incisivos grandes tan característicos, le gustan las zanahorias... Pero es un robot, uno que le ayudará a los niños entre 3 y 8 años a familiarizarse de manera intuitiva con los conceptos básicos de la electrónica digital.
Eso es lo que espera una de sus desarrolladoras, Ana María Moreno, estudiante de Ingeniería Electrónica de la Universidad Nacional, sede Bogotá.
“Se trata de una herramienta de apoyo –que bien podría ser un juguete– a partir de la cual los niños unen una serie de bloques, con el fin de dar instrucciones relacionadas con movimientos izquierda-derecha, adelante-atrás y que después estas sean ejecutadas por un robot”, explica.
Esas instrucciones son leídas por un chip programado que las envía, por medio de una red inalámbrica al conejo, que buscará, entonces, su alimento.
La intención
Este desarrollo de los estudiantes Ana María Moreno y Nelson Tovar busca enseñar robótica a los niños de los primeros años de formación de Bogotá, pero también incentivar desde los primeros años de vida un pensamiento estructurado, capaz de analizar y planear en forma coherente, es fundamental a la hora de incentivar el interés por la ciencia y la tecnología.
La idea es que este robot conejo pueda salir al mercado y competir de igual a igual con otros similares. Tecnología colombiana con grandes metas por cumplir.
a 100 dólares es el valor que podría tener en el mercado este desarrollo nacional.
Lector. Sabinero. Adicto a Quino. Como dijo Cortázar: “Si te caes te levanto, y si no puedo, me tumbo a tu lado”.