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El nombre de Álvaro Uribe Vélez en Colombia es protagonista, más si se trata de elecciones. De las últimas seis que ha disputado, a título personal o con candidato de su línea, el expresidente ganó cinco. Solo perdió contra Juan Manuel Santos en el 2014. Este fin de semana el expresidente estuvo en cuatro municipios del Valle de Aburrá levantando las manos de sus candidatos, y su apoyo puede ser definitivo a la hora de inclinar la balanza.
Los resultados hablan por sí solos. Ganó las presidenciales apoyando a Iván Duque; convirtió al Centro Democrático -un partido naciente- en la principal fuerza del Congreso y el departamento. Las urnas han demostrado que es un dirigente político que endosa votos, pero en elecciones regionales, en especial en las capitales Medellín y Bogotá, y la Gobernación en Antioquia, le han sido esquivas.
El de Uribe es un apoyo que no es de poca monta. Para el docente de Comunicación Política de la Universidad Externado, Carlos Arias, el respaldo del expresidente en zonas del país como Antioquia es relevante, ya que a pesar de los señalamientos “es un referente electoral que representa una impronta en la línea de la seguridad, y en la medida que haga público el apoyo a sus candidatos trasmitirá el valor que construyó por años”.
En 2015, la colectividad apareció para ganar protagonismo, aunque reconfiguraron el mapa antioqueño y le arrebataron 16 alcaldías a los partidos tradicionales, en su fortín político, el uribismo perdió las joyas de la corona, la Alcaldía de Medellín apoyando a Juan Carlos Vélez contra Federico Gutiérrez, y la Gobernación de Antioquia con Andrés Guerra, que compitió contra Luis Pérez.
Ahora buscan revertir esa situación, de los 125 municipios del departamento tienen candidatos en 111, y son optimistas, pretenden pasar de 16 alcaldías a 50, extendiendo su poder a municipios claves como Medellín, Envigado, Itagüí, Bello, Sabaneta y también a la gobernación de Antioquia, según indicó el director del Centro Democrático en ese departamento, Horacio Arroyave.
En estos comicios entró en juego el fenómeno Uribe, este fin de semana, para darle el primer empujón a sus candidatos en Antioquia. La agenda fue apretada.
El sábado preparó la estrategia de publicidad, realizó una sesión de fotos y videos junto con los candidatos a las alcaldías de Antioquia, Concejos del Área Metropolitana y Asambleas. Entre ellos, fueron aproximadamente 35 aspirantes a alcaldías y 90 a Concejos del Valle de Aburrá.
Luego, el domingo, recorrió cuatro municipios, en los cuales el uribismo quiere inclinar la balanza a su favor. Estuvo en Caldas junto a Jorge Iván Álvarez; en Envigado, con Carlos Manuel Uribe; en Itagüí, con Rosa Acevedo; y en Sabaneta con Carlos Mario Cuartas. Fiel a su estilo dirigió el evento, hizo preguntas e interactuó con la comunidad.
No se detuvo el festivo, el lunes dialogó con los candidatos a alcaldías del Oriente antioqueño, preparó la publicidad y afinó detalles para su visita al territorio. Por último, terminó apoyando al candidato Miguel Uribe Turbay en Bogotá.
¿Inclinará la balanza?
De los 111 candidatos avalados por el uribismo en Antioquia, su mayoría desearía que el expresidente los acompañe a hacer campaña, levante su brazo en un acto público y los presente como su candidato.
No obstante, Carlos Builes, el presidente de la Asociación Colombiana de Ciencia Política, expresó que la estrategia no es la mejor forma de fortalecer la democracia, pues “el conocimiento del candidato se da por el voto de confianza al expresidente, como un reconocimiento teológico”, un acto de fe. Además, añadió que la fórmula ha funcionado a nivel nacional, pero no local, ya que en las regionales es clave “la persona y la cercanía con la comunidad”.
El expresidente volvió a su casa, donde fue gobernador y empezó el camino a la presidencia en 2001. Su partido, el Centro Democrático, ha dado resultados en las urnas en la región, ahora quedan algunos interrogantes: ¿será suficiente para que el uribismo sea la principal fuerza política en Antioquia? ¿Cuántas tajadas del poder local logrará arrebatarle a los partidos tradicionales? .