viernes
7 y 9
7 y 9
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Demografía y Salud 2015 (la más reciente), el 32 % de las usuarias de métodos anticonceptivos los obtuvieron en hospitales, clínicas, instituciones o puestos de salud; sin embargo, aún hay brechas importantes para acceder a estos métodos, sobre todo en las zonas rurales del país.
Según el Censo de 2018, el 22,9 % de la población colombiana reside en centros poblados y rurales dispersos, es decir, equivalen a 11,03 millones de los 48,2 millones que proyecta el Dane en el país.
El proyecto radicado por el Partido Farc toma sentido, al buscar que se implementen medidas para “superar barreras de acceso a anticonceptivos en el Sistema de Salud”.
Aunque la norma anticonceptiva en el país existe desde 2008, de acuerdo con Victoria Sandino, senadora de Farc, no se aplica, por lo que buscan que las citas médicas para solicitar y acceder a anticonceptivos sean prioritarias y que el Minsalud genere un lineamiento técnico dirigido a desarrollar un programa de formación con enfoque de derechos y género. El proyecto radicado no tiene una proyección de cuánto debería invertir el Ministerio de Salud en esas tareas.
Hay que precisar que el gobierno anterior los incluyó en un plan de control de precios que permitió su reducción, por ejemplo en el caso de las Yasminiq, pasaron de $58.000 a $25.500.
Sandino señaló que este proyecto busca cerrar las brechas con las comunidades rurales. “Esperamos que el Congreso nos permita dar ese paso”. Al respecto, Carlos Ruiz, ginecólogo de la Facultad de Medicina de la U. de Antioquia, expresó que “en estas zonas es poco lo que se puede hacer con las brigadas de salud”.
El ex viceministro de Salud, Fernando Ruiz explicó que no cree que el problema se resuelva dando citas prioritarias, sino como un modelo de atención rural con estrategias de prevención y promoción. Aunque en el país desde hace dos años existe el Modelo Integral de Atención en Salud (MIAS), “tiene un bajo nivel de implementación, porque las zonas urbanas son las únicas que han logrado avanzar”.
Augusto Galán, director del observatorio Así Vamos en Salud, menciona el tema cultural. “Como consecuencia del machismo, que genera presión sobre las mujeres, porque el marido no las deja planificar, pensando en que la mujer que toma anticonceptivos o hace planificación familiar tiene aventuras”, indicó Galán, y coincide con Ruiz en que la clave para romper las barreras es, además de llevar métodos de anticoncepción, es educar a las familias en esta materia.