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Al rastreo de contactos aún le falta articulación
El cerco epidemiológico se reduce hoy a dos personas por cada paciente con covid-19 en promedio.
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Los contagiados deben aislarse oportunamente e informar a sus contactos. FOTO carlos Velásquez
29 de julio de 2021
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1,3
millones de contactos de casos sospechosos de covid-19 han recibido llamadas.
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14,5
millones de pruebas PCR han sido procesadas por el Instituto Nacional de Salud.
En lo que va de la pandemia, el Instituto Nacional de Salud (INS) ha registrado más de 4,7 millones de infecciones por coronavirus, una cifra que ha sido un reto para los equipos de rastreo de contagios, que en el 2021 han contactado a 1,91 personas por cada infectado, aunque en los registros de principios de julio esta cifra se elevó a 2,03 individuos por cada positivo.
Para hacer este seguimiento, en octubre del 2020 el Ministerio de Salud creó el mecanismo de Prueba, Rastreo y Aislamiento Selectivo Sostenible (Prass), que, según ese ente, tiene el objetivo de “controlar el contagio, permitir la apertura económica y social del país”.
Datos compartidos por el Minsalud muestran que desde octubre del año pasado y hasta finales de junio cerca de 1,5 millones de personas sospechosas de tener coronavirus han sido contactadas de forma efectiva por el CCNR (Centro de Contacto Nacional de Rastreo), aunque no lograron comunicarse con 366.442 y sus datos tuvieron que ser remitidos a las entidades territoriales para que les hicieran un seguimiento en campo.
Hasta finales de junio, el CCNR pudo identificar a 2,7 millones de personas de sus contactos y, de esos, se comunicaron con 1,3 millones, quienes fueron “instruidos en aislamiento”. Para junio, en promedio, el CCNR logró identificar a 4,62 contactos por cada caso sospechoso que quiso brindar información.
No obstante, las cifras del Sistema Integrado de Información de la Protección Social (Sispro) muestran que la razón de contactos únicos registrados por caso en lo que va de pandemia es de 1,86. Es decir, por cada persona contagiada, se identificaron poco menos de dos contactos estrechos (personas con las que estuvieron por más de 15 minutos sin medidas de bioseguridad).
El epidemiólogo y doctor en Salud Pública de la Universidad Andina Simón Bolívar (Bolivia), José Valderrama, señaló que estas cifras son “bajas”, más aún teniendo en cuenta que variantes como delta, gamma y alfa circulan en el país y podrían ser más transmisibles. Por ello, dijo que en el contexto de una pandemia es fundamental identificar la mayor cantidad de casos positivos oportunamente.
“Hay que rastrearlos para evitar que el contagio continúe. Es decir, hay que estar seguros de que hagan cuarentena y de que no transmitan el virus”, dijo María Fernanda Gutiérrez, viróloga de la Pontificia Universidad Javeriana.
Valderrama agregó que el Prass también es clave para disminuir el impacto que hay en las hospitalizaciones. “Y tiene que ir de la mano con estrategias de comunicación y de gestión de riesgo en la comunidad”, indicó.
En el Prass intervienen actores como las Entidades Promotoras de Salud (EPS), las secretarías de Salud de los municipios y los departamentos, los laboratorios y el INS. Además, el Ministerio de Salud también creó el CCNR para reforzar el seguimiento a los infectados.
De acuerdo con el reparto de roles que hizo el Minsalud mediante el Decreto 1374 de 2020, las secretarías de salud, las aseguradoras y el CCNR deben tener equipos de rastreo de casos confirmados por covid-19. “Son grupos interdisciplinarios, compuestos por personal de la salud de niveles técnico y profesional, así como por personal de apoyo entrenado en rastreo telefónico y presencial, evaluación y seguimiento de casos confirmados y sospechosos de covid-19 y sus contactos”, reza el decreto.
Asimismo, María Belén Jaimes, coordinadora del Grupo de vigilancia en salud pública de la Dirección de Epidemiología y Demografía del Minsalud, indicó que vigilan el trabajo de las EPS en el Prass. “Hay indicadores que el Ministerio propuso a los que se les hace seguimiento semanal y así se monitorea el porcentaje de contactos relacionados y el porcentaje alcanzado por cada EPS”, explicó Jaimes.
Para Valderrama, sin embargo, uno de los inconvenientes que ha tenido el sistema de salud es que en la pandemia no se ha fortalecido una articulación interinstitucional. Además, dijo que las EPS no establecieron redes integradas para prestar servicios de salud “y no tienen unos mecanismos de seguimiento a las IPS para que trabajen de manera conjunta”.
Ante las preguntas de EL COLOMBIANO, la Asociación de Empresas Gestoras del Aseguramiento en Salud, Gestarsalud, contestó que las EPS enfrentaron dos grandes desafíos a la hora de implementar el Prass: “El contacto con usuarios por alto nivel de recambio de contactos telefónicos, celulares y direcciones, y la desarticulación de actores a nivel territorial”.
Respecto al primer punto, esa entidad sostuvo que tuvieron que “actualizar el 83 por ciento de los datos de contacto de los 14’009.303 de afiliados de las EPS asociadas”. Asimismo, comunicaron que también están trabajando en “estrategias de articulación territorial para acciones conjuntas”, en las que están incluidas jornadas en las que se realizan pruebas de coronavirus.
Valderrama dijo que hubo problemas con las autoridades locales, pues no “implementaron modelos de atención integrales (...) desarrollaron acciones de salud con algunas IPS públicas, pero de manera desarticulada”.
Por su parte, la viróloga Gutiérrez advirtió que además de trabajar con las instituciones, también es importante ponerles atención a las medidas de autocuidado. “Tratar de aislar a los contagiados o a los contactos depende de ellos mismos, porque muchas veces las personas no le cuentan a nadie”, aseguró.
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