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Emilio Tapia continuaría cometiendo irregularidades desde la cárcel

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02 de julio de 2015
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Todo parece indicar que Emilio Tapia, el polémico contratista quien fue uno de los protagonistas del denominado carrusel de la contratación en Bogotá, sigue haciendo de las suyas en la cárcel La Picota tras las denuncias que salieron a la luz pública el año pasado sobre las parrandas con conjunto vallenato y licor que el reo organizaba en ese sitio de reclusión.

Así quedó en evidencia luego de un informe del Inpec del pasado 23 de junio al que tuvo acceso Semana.com rotulado con el número 002536. En dicho escrito, el director de la cárcel La Picota relata cómo Tapia, ante las denuncias de otros internos, fue sorprendido en su celda con material y herramientas de construcción en compañía de otros dos reos que hacían las veces de albañiles.

Según ese informe, el contratista estaba realizando una serie de adecuaciones no autorizadas a su celda, con la complicidad de otros funcionarios del centro penitenciario entre lo que se encontraría el subdirector del penal y coronel retirado Miguel Ángel Mota Rodríguez. Además en el lugar fueron encontrados un televisor y una nevera que habrían ingresado al lugar de manera irregular.

Un funcionario de la dirección general del Inpec le manifestó a Semana.com que “es inconcebible que estas cosas sigan ocurriendo y no es muy claro por qué el señor Tapia sigue contando con este tipo de privilegios”, al tiempo que sugirió que alguien al interior de la entidad podría estar protegiéndolo.

Cabe recordar que en 2014 luego del escándalo que produjeron las imágenes de una fiesta con músicos y whisky al interior de La Picota en la que Tapia parecía ser el anfitrión, este fue trasladado a la cárcel de máxima seguridad de Cómbita, Boyacá, sin embargo al poco tiempo y bajo el argumento de estar más cerca de su familia y la necesidad de estar en Bogotá para cumplir con las constantes diligencias judiciales por el juicio que se adelanta en su contra, fue nuevamente trasladado a la capital.

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