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Mientras que el mundo celebra que en Reino Unido se inició ayer el proceso de vacunación de coronavirus en los primeros ciudadanos de grupos vulnerables, como adultos mayores y personal de salud, y Rusia hace lo propio, aún hay tareas de inmunización que no se pueden descuidar, tanto en Colombia como en la región.
La advertencia la han hecho especialistas y entidades como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la Organización Panamericana de la Salud (OPS), y el Gobierno está reforzando las estrategias para que, con bioseguridad, las personas se vacunen.
En el país, por ejemplo, estimaciones de la Federación Nacional de Departamentos (FND) le apuntan a que la reducción sería de 20 puntos porcentuales, al pasar de una cobertura del 95 % al 75 % en el Programa Ampliado de Inmunización (PAI). Eso, en dosis, equivale a 4,4 millones menos, teniendo como referencia que en 2019 se aplicaron 22 millones, según el Ministerio de Salud.
Analistas consultados coinciden en que si bien las estrategias deben enfocarse en recuperar el tiempo perdido en todo el esquema de vacunación, hay tres que son clave en el país: sarampión, Virus del Papiloma Humano (VPH) e influenza.
El panorama nacional
“Es una urgencia poner al día los esquemas de vacunación con el propósito de volver a subir nuestras coberturas”, dijo, durante un encuentro de la FND, la secretaria de Salud del Valle, María Cristina Lesmes, quien además agregó que se debe “garantizar que enfermedades como el tétano o el sarampión no regresen”.
La Dirección de Promoción y Prevención del Minsalud, le dijo a EL COLOMBIANO que la respuesta del PAI ante este desafío “parte de la premisa de que la inmunización es un componente esencial de los servicios de salud”.
Asimismo, señaló que “las decisiones relacionadas con la operación de los servicios de inmunización deben tomarse con base a una evaluación detallada de la epidemiología del territorio, escenario de transmisión de covid-19 y medidas de mitigación, así como recursos del sistema de salud e inmunización y la disponibilidad de vacunas e insumos”.
El lío no solo se registra en Colombia. La Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica (Slipe), desde septiembre había reseñado que al final de este año los esquemas de vacunación en América Latina podrían sentir reducciones de hasta el 25 %.
En ese momento, Pío López, presidente de la Junta Directiva de Slipe, aseguró que “la interrupción en la prestación de los servicios de vacunación es una señal de alerta para los países de la región”.
Reforzar estrategias
El país, no obstante, no se ha quedado quieto. Hace un mes, el Minsalud realizó la jornada nacional de vacunación contra la influenza, por ejemplo. En ese momento, Natalia López Delgado, subsecretaria de Salud Pública de Medellín, manifestó que la meta era llegar a por lo menos 30.000 niños menores de 6 años que tenían “sus esquemas de vacunación incompletos”.
El infectólogo y epidemiólogo Carlos Agudelo, recordó que la vacunación ha logrado erradicar enfermedades como la viruela o el polio y, además, “se previene la muerte de alrededor de tres millones de personas en todo el mundo cada año”, según datos de la OMS.
Adriana Pacheco Coral, directora del doctorado en Salud Pública de la Universidad El Bosque, aseguró que si bien la covid es la que más llama la atención, “desde el Ministerio no solo piensan en covid, sino que se ha hecho alusión a otro tipo de programas”.
Además, recordó que hay lineamientos técnicos, desde el inicio de la pandemia, para que las IPS y las EPS refuercen las estrategias de vacunación, específicamente.
Gustavo Morales Cobo, presidente de la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi), explicó que “desde mayo, cuando se levantaron las primeras restricciones, Acemi ha insistido en que deben retomarse todas las campañas de vacunación previstas en el PAI”, el cual agrupa vacunas para 26 enfermedades.
Morales Cobo agregó que se han realizado campañas para que sus afiliados se vacunen. “De particular importancia es la vacuna contra la influenza, para disminuir el uso de los recursos del sistema y de esta manera disminuir la situación de doble contagio influenza y covid”, dijo el dirigente (Ver Controlar influenza, clave para evitar colapso).
Hay riesgos
El riesgo en la región está en la reaparición de enfermedades que estaban controladas o por lo menos tenían altas coberturas de vacunación, como sarampión, rubeola, paperas, varicela e influenza, entre otras.
Carlos Trillos, máster en epidemiología y docente de la Escuela de Medicina de la Universidad del Rosario, sostuvo que poner este tema en la agenda es de vital importancia, pues “durante los cierres por covid-19, el Ministerio de Salud y las Secretarías de Salud, con el apoyo de EPS e IPS, recordaron a los ciudadanos que no podían suspender la vacunación de los niños y debían dar continuidad a los esquemas recomendados en el PAI”, dado el riesgo de reducción de coberturas, esto por el temor de la población de acudir a los centros de vacunación.
Trillos recordó que, en enero de 2014 gracias a los controles y programas de vacunación, Colombia fue declarada libre de Sarampión, rubeola y rubeola congénita por la OPS/OMS, por evidencia de no circulación de virus autóctonos. Luego, con las migraciones internacionales de personas procedentes de otras regiones con programas menos robustos y con circulación viral de sarampión, hubo un incremento de casos en el país notorio desde 2018. La respuesta a esta situación por las autoridades sanitarias hizo que en septiembre de 2019 se hiciera un reconocimiento internacional al país por el control del sarampión y la rubéola. Este esfuerzo no se debe perder.
Ahora con la pandemia por covid-19, “tenemos riesgo de volver a tener incrementos de estas enfermedades, si se reducen las personas no vacunadas con el esquema del PAI. Si bien, las cifras de muchas de estas son menores a las esperadas, según reportes del INS a la semana 48, no debemos confiarnos, puede haber subregistros porque muchas personas no están acudiendo a los servicios de salud”.
Otro aspecto en vacunación que genera especial atención es la del VPH, el cual está asociado al cáncer de cuello uterino, que según el Minsalud es la primera causa de muerte por cáncer entre mujeres de 30 a 59 años.
Al respecto, el exministro de Salud Jaime Arias, aseguró que el país “se descuidó hace una década en vacunación, pero afortunadamente recuperó el camino y hoy los niveles de las principales vacunas son aceptables”.
Además planteó que hay un lunar en torno a lo que sucedió con la del VPH, donde algunas familias le adjudicaron reacciones adversas a dicho biológico (ver VPH, clave contra el cáncer). “Ese episodio impactó negativamente esa campaña, reduciendo el nivel de cobertura a la tercera parte”, concluyó Arias.