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Las movidas para evitar la doble militancia
El 28 de enero es el plazo para que los políticos que cambien de partido no incurran en este delito.
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Ángela María Robledo aseguró que la Alianza Verde la invitó a participar como precandidata, sin embargo, no ha tomado una decisión al respecto. FOTO Colprensa
Estaba cantado. En diversas ocasiones, la representante y excandidata vicepresidencial Ángela María Robledo había dicho que sentía que en la Colombia Humana no tenía la plataforma para ejercer el liderazgo que busca. Esa incomodidad la materializó ayer con su renuncia al movimiento dirigido por el senador Gustavo Petro. Y llegó en un momento en el que comienza a correr el reloj para las elecciones legislativas y presidenciales de 2022.
De acuerdo con la ley, se ha definido que los congresistas que quieren aspirar a la Presidencia con un partido o movimiento distinto con el que obtuvieron la curul, tienen plazo de renunciar a esta, como máximo, hasta el próximo 28 de enero. De lo contrario, incurrirán en doble militancia.
Así lo define la Ley 1475 de 2011 en su artículo segundo, que expresa que “en ningún caso se permitirá a los ciudadanos pertenecer simultáneamente a más de un partido o movimiento político”. Y añade que “los candidatos que resulten electos, siempre que fueren inscritos por un partido o movimiento político, deberán pertenecer al que los inscribió mientras ostenten la investidura o cargo, y si deciden presentarse a la siguiente elección por un partido o movimiento político distinto, deberán renunciar a la curul al menos doce meses antes del primer día de inscripciones”.
El mapa
La salida de Robledo es la más reciente en una seguidilla de movidas que se vienen presentado desde el año pasado y que han puesto en evidencia que la campaña de 2022 será movida por múltiples aspectos.
Sobre su partida de la Colombia Humana, la representante explicó a EL COLOMBIANO que se dio porque “me ha resultado muy difícil desplegar un liderazgo colectivo y sereno en el marco de una agenda feminista”. Así, aseguró que su intención es fortalecer una nueva plataforma política.
Desde antes de que saliera de la Colombia Humana, sin embargo, ya se hablaba de un acercamiento con la Alianza Verde (a la que ya había pertenecido). Al ser consultada por esto, afirmó que, aunque dicho partido sí la invitó a participar como precandidata, no ha tomado una decisión al respecto. “Yo soy feminista, de lideratos colectivos y creo en los procesos. Por eso de pronto me puedo demorar en tomar una decisión al respecto”, puntualizó.
De los primeros casos de renuncias ocurridos fue la escisión de Jorge Robledo y un sector importante del Polo Democrático para crear otro partido: Dignidad. De acuerdo con el senador, su salida no debería afectar su curul, debido a que se acogieron al estatuto de oposición. Aun así, eso está por verse.
Si se da el caso de que el Consejo Nacional Electoral no le conceda la personería jurídica a Dignidad, esto podría poner en riesgo el espacio de Robledo en el Capitolio y, a su vez, podría afectar su posible aspiración presidencial que, según él, no es un hecho, pues no se ha tomado una decisión dentro del nuevo partido.
“(Si no nos dan la personería) nos crean un problema. Violarían nuestros derechos y eso podría llevar a que yo pierda la curul en el Senado. Yo espero que eso no suceda, porque nosotros cumplimos con las leyes para la escisión, pero eso depende del CNE”, dijo en ese sentido Robledo a EL COLOMBIANO cuando se dio la división en el Polo.
Después de esto se dieron las salidas de Armando Benedetti y Roy Barreras del Partido de La U. Ambos senadores manifestaron sus diferencias con la colectividad que ellos mismos ayudaron a fundar, entre otras cosas, por el apoyo que esta le había dado al gobierno de Iván Duque.
En el caso de ellos, sin embargo, es importante aclarar que no renunciaron a La U, sino que fueron expulsados y, por lo mismo, no tendrán que renunciar a sus curules para aspirar a cargos de elección popular en los próximos comicios.
Al momento de su salida de La U, Barreras anunció, en octubre del año pasado, la creación de un nuevo movimiento: el Liberal Socialdemócrata (LSD). Sin embargo, poco se ha sabido de este asunto, pues el senador se ha enfocado en la promoción de un referendo con el que busca revocar al presidente Iván Duque, algo que no está contemplado en la legislación colombiana.
En el caso de Benedetti, luego de salir del partido que acompañó durante 15 años, empezó a acercarse a Gustavo Petro. En noviembre del año pasado, el parlamentario aseguró que, en su opinión, “yo podría decir que soy de centro-izquierda. Voy caminando hacia allá y allá solo está ubicada la Colombia Humana, o sea que voy caminando hacia la Colombia Humana”.
En la misma línea de ellos dos también está Rodrigo Lara, quien fue expulsado de Cambio Radical, aunque ha dicho que no tiene aspiraciones ni para repetir en el Congreso ni, por ahora, de ser presidente.
El efecto
Estos movimientos, más en año preelectoral, no son nuevos. Siempre que el país se prepara para unos comicios, surgen nuevas alianzas y hasta grupos políticos y plataformas particulares para el impulso de candidatos.
En ese sentido, por ejemplo, el profesor David Ricardo Murcia, politólogo y magíster en Gobierno y Políticas Públicas de la Universidad Eafit, señala que se deben ver con un panorama más amplio, incluso, teniendo en cuenta los efectos en el país de los cambios en la política internacional.
“Para empezar, es importante mirar el contexto político internacional, con, por ejemplo, la lenta caída del coloso que es Estados Unidos. El apoyo de varios políticos a Trump ha llevado que ahora se quieran distanciar de esa imagen, lo que afectará a partidos como el Centro Democrático. Y además, la apuesta de centro-derecha está clara en todo el mundo”.
Y añade, poniendo ya el foco en el contexto nacional, habrá un “intento grande por tratar de colonizar el centro, que es algo muy difícil de definir. Además de eso, en el país se ha presentado un enriquecimiento en las luchas identitarias (mujeres, afros, campesinos) y esto tendrá un impacto mediático y electoral”.
Así las cosas, el primer banderazo para este proceso será el próximo lunes, cuando se cumpla el plazo para que los congresistas que quieran cambiar de bando, renuncien a sus curules. Sin embargo, el camino por recorrer para llegar a las elecciones presidenciales es largo. Por eso, aunque ya empiezan a sonar nombres, precandidaturas, nuevos movimientos y hasta alianzas de cara a los comicios, no hay nada que esté escrito sobre piedra
28
de enero es la fecha límite para que senadores renuncien a sus curules.
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