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Los reflejos del caso Odebrecht empiezan a generar repercusiones políticas y vaticinan una nueva reconfiguración en la carrera presidencial dentro del Centro Democrático.
El año pasado el propio expresidente Álvaro Uribe presentó a sus tres precandidatos presidenciales y, en la etapa de la renegociación del Acuerdo, los legitimó como voceros de su partido ante los delegados del Gobierno.
Ahora esa tripleta podría convertirse en una dupla, al menos mientras el excandidato Óscar Iván Zuluaga logre demostrar ante el Comité de Ética de su partido que, como lo ha sostenido, su campaña negoció directamente con el publicista brasileño Eduardo Mendonça y que nunca conoció los posibles pagos que Odebrecht le hizo.
Consultamos con varios expertos en Ciencia Política cuáles son los escenarios que tiene ahora un Zuluaga y qué podría ocurrir en cada uno de ellos, de cara al proceso electora que se avecina.
Zuluaga se estaba perfilando como un candidato viable del CD. Ganar la primera vuelta en 2014 y los 6’905.001 votos (el 45 %) en la segunda, además del cierre de la investigación en su contra por el caso del ‘hacker’ Sepúlveda, le dieron respiro, pero el panorama ahora es muy diferente.
Según Juan David García, docente de Ciencia Política de Bolivariana, Zuluaga debe aclarar todo, porque es difícil creer que no supiera de la posible participación de la constructora en su campaña. Agregó que mientras eso pasa lo mejor es que, en un gesto de valentía, se aparte temporalmente de la campaña.
Para Rubén Darío Acevedo, docente de Política de la Nacional, Zuluaga debe acatar la instrucción de Uribe de dejarse investigar y reducir la campaña mientras aclara todo.
Todo apunta a que dará un paso al costado. Esa es la hipótesis de William Fredy Pérez, del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia. “El juicio que haga de los hechos lo podría motivar a no querer competir. Aunque no es ilegal, hay un ruido ético porque aceptó sentarse con un contratista del Estado. Que Uribe no lo haya defendido significa que esa candidatura ya fue puesta en cuestión”.
Según Acevedo dentro del mismo CD hay voces que están invitando a Zuluaga a dar el paso a un lado. “Le pueden enrostrar un descuido imperdonable con alguien que quiere ser presidente”.
Laura Gallego, directora del Centro de Análisis Político de Eafit, precisó que el escenario es de completa soledad y ante la ventaja que empieza a tener Iván Duque, “puede perder protagonismo y salir del escenario presidencial.”
Según Pérez, Zuluaga no renunciará al CD porque sería una confesión de culpa. “Tampoco va a prender un ventilador”, porque ya han sorteado casos más dramáticos.
Acevedo afirmó que Zuluaga es un hombre de la política y que responderá dentro del partido por sus actos.
Pérez afirmó que el futuro de esa campaña dependerá del Comité de Ética de la colectividad del uribismo. Agregó que antes de dictar un fallo le dirán que es posible que la decisión sea adversa, y que lo declararán éticamente responsable, “entonces le pedirán que dé un paso al costado y se cierra la investigación por sustracción de materia”.
Según Acevedo, a Zuluaga no se le puede negar su derecho a explicar y a defenderse, pero pase lo que pase “su campaña queda maltrecha”.