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El soldado Luis Beltrán Gómez es hasta el momento el último militar que ingresó a la Compañía de Sanidad Héroes de Paramillo.
Su llegada a ese hospital militar, ubicado en la sede de la IV Brigada de Medellín, se dio el 16 de agosto, cuando fue evacuado de urgencia desde Chocó en donde activó una mina antipersonal mientras buscaba una de las caletas de las Farc con funcionarios de Naciones Unidas.
“Nosotros llegamos a la zona con los de la ONU y gente de las Farc, pero en el sitio que fue señalado por los guerrilleros no encontramos nada. El problema es que ahí nos tuvimos que quedar más de lo programado porque no había aeronave para que salieran los de la ONU, parece que ese tiempo fue aprovechado por los del Eln para instalar minas alrededor y cuando fuimos a salir, yo caí en una”, recordó Beltrán.
Según el soldado, él no fue la única víctima de ese campo minado sembrado por el Eln, “como tres días antes, un compañero murió al pisar otro de esos explosivos, hacía parte de otro pelotón y no lo lograron sacar a tiempo del área. Yo tuve suerte y a los 20 minutos me estaban evacuando para acá”.
Allá en la selva chocoana, Luis dejó parte de su pierna derecha, por fortuna la izquierda pudo ser salvada por los especialistas, y ahora, este soldado cucuteño de apenas 23 años, realiza sus terapias todos los días en la compañía de sanidad, que fue construida para recibir ese tipo de casos, pero que con la disminución en la intensidad del conflicto, sus pasillos ya no tienen la actividad que solía tener.
Hace poco más de un año, a la Compañía de Sanidad Héroes de Paramillo ingresaban semanalmente, entre 3 y 5 soldados heridos en combate por algún tipo de explosivo, ahora esa frecuencia, según el general Jorge Salgado, comandante de la Séptima División del Ejército, se ha reducido en un 95 por ciento.
El oficial afirmó que la compañía de sanidad continuará con sus funciones de atender de manera especializada a los uniformados que sufran algún tipo de accidente o trauma ortopédico, sin embargo, no se descarta que esa unidad hospitalaria cambie su razón social y hasta pueda abrir sus puertas a los civiles.
“Estamos viendo como lo reinventamos o que tipo de funcionalidad le damos, se está pensando en trabajar con organismos civiles o readaptarlo a otros tipos de rehabilitación. Lo que es seguro es que seguirá siendo un sitio de rehabilitación en Antioquia, es una obra llena de compromiso”, aseguró el general.
Una de las principales amenazas de un soldado en un país como Colombia no es una que tiene que ver con el conflicto armado o la violencia, es una enfermedad: la leishmaniasis.
En este momento en las instalaciones de la compañía hay 67 pacientes, 35 que llegaron hace varios meses que requieren de atención ortopédica (entre quienes se encuentra Luis Beltrán), y 32 con esa enfermedad tropical.
Al ver que la intensidad del conflicto bajó notablemente y que ello significó la reducción en la entrada de soldados heridos, en ese centro asistencial se tomó la decisión de recibir pacientes militares con leishmaniasis.
El mayor Marcel Espinal Botero es quien dirige la Compañía de Sanidad, agrega que hasta el momento solo hay soldados del Ejército en el centro asistencial, sin embargo “hay veces que se atiende personal de la Armada. Ahora, ante la coyuntura, los afectados por leishmaniasis son los que más están llegando, y a ellos se les está prestando toda la atención requerida”.
El mayor ratifica el compromiso que tiene la compañía con los integrantes del Ejército, sin embargo tampoco deja a un lado la posibilidad de que en esas instalaciones se pueda atender a los civiles que han resultado afectados con artefactos explosivos en todo el país y quienes no tienen una atención tan especializada como un soldado.
Este año en Colombia, según cifras de la Dirección contra las Minas, esos explosivos improvisados han dejado 39 víctimas.
pacientes tiene la
Compañía de Sanidad
Héroes de Paramillo.