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Video: Periodista denuncia acoso durante marchas de hoy en Medellín
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La comunicadora se encontraba haciendo cubrimiento periodístico de las manifestaciones. FOTO PANTALLAZO DE VIDEO
15 de noviembre de 2018
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Mientras se encontraba haciendo su labor de reportería cerca a la estación Prado del Metro, Paola Molina Carmona, periodista de Hora 13 Noticias, fue sorprendida por un manifestante que sin previo aviso le dio un beso en la mejilla.
Asustada y sin reacción, la comunicadora suspendió la nota que grababa y con impotencia vio como el joven que la acosó se perdía entre la multitud.
“Esto es algo atípico, me dio mucho miedo la situación porque estás en un contexto de muchos jóvenes. En el video puede verse que lo planean”, denunció Paola.
Según la periodista, el hecho es reflejo de una sociedad patriarcal en la que muchos hombres creen que pueden pasar por encima de las mujeres. Y añadió que “es atemorizante y da rabia. Yo me pregunto, qué educación superior se está pidiendo cuando algo tan básico como el respeto por el otro no se cumple. Para muchos puede ser chistoso pero en ese contexto, una mujer en medio de la movilización y con mayoría de hombres alrededor, es algo triste”.
Paola indicó que trató de buscar al joven agresor pero no pudo encontrarlo. Además, no recibió respaldo del resto de manifestantes y sintió preocupación por terminar bien su trabajo informativo.
Es acoso sexual
Para Katherine Forero, docente de la Universidad Sergio Arboleda y experta en legislación con enfoque de Género, este caso “tiene tanto de acoso como agresión sexual, porque la periodista estaba ejerciendo su labor profesional y una persona desconocida se aprovecha de eso y vulnera sus derechos”.
Rocío Pineda, exsecretaria de Equidad de Género de Antioquia, fue contundente. “Es acoso sexual callejero. A ese tipo de conductas estamos expuestas las mujeres en las calles o en los lugares públicos. Se configura como acoso sexual porque hay unas prácticas culturales que las vuelven naturales porque le asignan ese derecho a los hombres desde chiquitos. Los niños aprenden que el cuerpo de la mujer se puede coger, tocar y manosear”.
Para Pineda es un caso de violencia y de discriminación contra la mujer y eso explica la inseguridad permanente que sienten en el espacio público.
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