Borrero, la primera desgastada

Ante la renuncia al Ministerio de Justicia de Gloria María Borrero, llega Margarita Cabello.

Borrero, que llegó de un tanque de pensamiento, no supo sortear al Congreso.
Cabello, de línea uribista, será la encargada de relanzar las apuestas del presidente. FOTOS Colprensa

La primera renuncia ministerial del presidente Duque llegó a 282 días de gobierno y ya tiene reemplazo. La anterior baja del gobierno ocurrió el 24 de abril, cuando Jorge Mario Eastman, secretario general de Presidencia, renunció.

La decisión de Gloria María Borrero de no seguir al frente del Ministerio de Justicia fue producto, según analistas, de un desgaste político. Incluso, desde el partido de gobierno, advirtieron que no era una funcionaria eficaz.

El punto de quiebre se dio el 4 de diciembre cuando no logró sacar adelante la reforma a la Justicia, la cual no solo era su gran apuesta, sino también la del presidente. Este hecho generó tanto debate, que hasta el presidente de la Cámara, Alejandro Carlos Chacón, cuestionó la preparación de Borrero para el cargo.

Ayer, Duque, con apenas unos minutos de diferencia, dio otra noticia: la magistrada Margarita Cabello Blanco, de línea uribista, será su reemplazo. Ella, incluso, integró la terna para elegir fiscal ad hoc dentro del proceso de investigación de Odebrecht.

Sobre su salida del gobierno, Borrero simplemente agradeció la confianza recibida y manifestó que esperaba que con la nueva ministra se “consoliden los proyectos que nosotros ya hemos diseñado y gestionado en sus inicios”.

Llegarían más cambios

Solo se trata de una renuncia, pero en el ambiente político de Palacio se habla de que son otros ministros los que están en la cuerda floja. Mencionan a: Guillermo Botero, de Defensa; Nancy Patricia Gutiérrez, del Interior; y Ricardo Lozano, de Ambiente.

José Obdulio Gaviria, senador del Centro Democrático, señala que la ahora exministra Borrero no logró encarrilarse en las ideas y el estilo del presidente, lo que derivó en un fracaso. “Nunca se incorporó a la corriente y eso la aisló”.

Por su parte, Angélica Lozano, de la Alianza Verde, destaca que Borrero quedó sola, sin respaldo. “Su renuncia no es nada especial, estaba cantada”, dice Lozano, y agrega que esa soledad se vio en un simple ejemplo: “Un día radicó un proyecto y al otro los senadores Paloma Valencia y Álvaro Uribe radicaron otro”.

¿Y los demás?

En el caso de los otros ministros, el senador Gaviria no los cuestiona y, por el contrario, espera que haya un relanzamiento de la estrategia del gobierno. Sobre Botero, quien ha sido el más cuestionado desde diversas orillas, Gaviria dice que “es una figura brillante, que concentra el odio de la izquierda, incluyendo el intento de moción de censura”.

Ante esto, Lozano, más crítica, vaticina que su renuncia llegará más pronto que tarde, sobre todo por la moción de censura que está convocada en la Cámara de Representantes y que, aunque se realizaría el pasado miércoles, se aplazó porque, de acuerdo con la representante de Alianza Verde Katherine Miranda, encontraron “pruebas contundentes”.

Lozano sostiene que “la salida de Botero será para evadir la moción”, que tiene su origen en el manejo de la información del asesinato del desmovilizado Dimar Torres.

¿Crisis ministerial?

La pregunta se les realizó a ambos congresistas y ambos sostuvieron que no hay tal, pero Lozano dice que sí habrá un nuevo remezón, argumentando que los partidos afines al gobierno “quieren gabinete”.

Entretanto, Gaviria menciona que lo que se espera, tras la salida de Eastman en la Secretaría General, es que haya un relanzamiento de las relaciones entre gobierno y Congreso .

Desde la academia Pedro Piedrahíta, politólogo de la Universidad de Medellín, dice que en las últimas 24 horas se ha buscado crear una sensación de peligro para la institucionalidad, pero no es tal, “porque no se ha evidenciado una fractura”, comenta el analista.

Destaca que la renuncia de Borrero es un agregado en la coyuntura política, pero que no derivará en una crisis. Sin embargo, señala que sí está en problemas la gobernabilidad, “que se da, principalmente, por el perfil, el liderazgo y la capacidad de tomar decisiones del presidente”. Es decir, la pelota está en la cancha de Duque, según el analista.

Fabio Valencia Cossio
Exministro de Justicia de Álvaro Uribe (2006-2008)

Ser ministro de Justicia en Colombia es muy difícil. Este debe ser el vocero político de la Rama Judicial ante el Congreso, pero sin pertenecer propiamente a la Rama. Ahí estructuralmente hay un problema grave, porque obviamente la Rama es autónoma, pero necesita sentir que hay una representación fuerte en el Ejecutivo. Lo otro es que la forma como el ministro entable un diálogo con la Justicia, como se coordine con ella en algunos de los temas fundamentales, es vital y yo creo que en este caso la nueva ministra puede cumplir un rol muy importante, porque proviene de la Rama, conoce muy bien el manejo, fue presidente de la Corte Suprema y considero que esa parte va a ser muy importante, cosa que no tenía Gloria María Borrero. Digamos que eso se puede suplir con este nuevo nombramiento, ojalá. Conozco a la doctora Margarita Cabello y creo que va a hacer una gran gestión.

Alfonso Gómez Méndez
Exministro de Justicia de Juan Manuel Santos (2013-2014)

Esto hay que mirarlo con profundidad, porque inicialmente se ha tratado de medir a la ministra Gloria María Borrero por los proyectos de reforma constitucional que no logró que se gestionaran en el Congreso pero, además, yo he sostenido que los temas de reforma a la Justicia no son importantes por la reforma constitucional como tal, sino por lo que se haga a nivel de decisiones internas y radicación de procedimientos, y habría que esperar para ver qué hizo la ministra, creo que logró avances en alguna de esas cosas, que el país no conoce suficientemente, pero sí es claro que por distintas razones se le fue acortando el espacio político, no fueron buenas sus relaciones con el Congreso y probablemente en ese orden de ideas, ella misma y el presidente de la República tomaron la decisión de que era mejor para ella y el gobierno dar un paso al costado. Fue una decisión de naturaleza política, como suele ocurrir con el gabinete presidencial.