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“Es una persecución”: familia de Luis Alfredo Ramos, condenado por parapolítica, insiste en su inocencia
El exgobernador de Antioquia se entregó en las últimas horas para terminar de cumplir su condena.
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Luis Alfredo Ramos, condenado por parapolítica, permanece recluido en la estación de Policía del municipio de El Retiro, en el Oriente de Antioquia. FOTOS: EL COLOMBIANO Y CORTESÍA
07 de julio de 2022
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La familia de Luis Alfredo Ramos se pronunció a través de una carta pública después de que se reveló que el exgoberndor de Antioquia se entregó a las autoridades para terminar de cumplir su condena por parapolítica.
La misiva la dio a conocer Alfredo Ramos Maya, concejal de Medellín e hijo de Ramos, y en el documento se insistió en la inocencia del exgobernador –a pesar de la condena de siete años y nueve meses por parapolítica– y aseguraron que se trata de una presunta “persecución”.
“Hemos sufrido como familia, durante más de doce años, una infame persecución a un hombre que ha entregado su pasión al servicio público de manera transparente y con las mejores calificaciones ciudadanas”, señaló la familia de Ramos.
En esa línea, indicaron que reafirman su decisión de defender “el buen nombre y la inocencia” de Luis Alfredo Ramos, a quien consideran que no mereció el fallo que consideran “absurdo” porque, según ellos, le dio “credibilidad a delincuentes conseguidos en las cárceles por tenebrosas manos”.
El 1 de octubre de 2021 la Sala Especial de Primera Instancia de la Corte Suprema declaró a Ramos culpable de concierto para delinquir agravado por sus nexos con las extintas Autodefensas Unidas de Colombia (Auc), lo que el país conoció como parapolítica.
Al político antioqueño se le impusieron 95 meses de prisión, tras confirmarse que lo apoyaron paramilitares en sus aspiraciones al Senado (elecciones de 2002) y a la Gobernación de Antioquia (elecciones de 2007).
Frente a esa sentencia, la defensa del exgobernador decidió presentar el recurso de apelación, pero este no prosperó, pues la condena fue ratificada en abril pasado por parte de la Sala Penal del alto tribunal, última instancia a la que podía llegar el caso.
Durante este proceso judicial, Ramos insistió en su inocencia y argumentó que había testimonios de cuestionada la credibilidad de los exparamilitares Carlos Areiza (asesinado en 2018); José Raúl Mira, y el sargento Jorge Eliécer Valle, cuyas declaraciones fueron consideradas como válidas por la Corte Suprema, que señaló que los tres se retractaron posteriormente tras ser amenazados de muerte.
Este miércoles se conoció que el también excongresista acudió hasta la estación de Policía de El Retiro, municipio del Oriente antioqueño, para entregarse y terminar de pagar su condena por el escándalo de la parapolítica.
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