La propuesta para que la financiación de las campañas políticas sea solo estatal y no mixta, como ocurre en la actualidad, deambula por libros y universidades hace décadas... y se ha asomado sin éxito al Congreso.
Pero revivió porque el propio presidente Juan Manuel Santos le pidió a la Misión Electoral Especial, creada por el Acuerdo con las Farc, que la tenga presente en el estudio que deberán entregar en dos meses para blindar el sistema electoral de la corrupción.
¿Es esto suficiente para limpiar las elecciones? ¿El Estado tiene los recursos suficientes para eso? Clara Rocío Rodríguez, del Instituto de Estudios Políticos de la Nacional, expresó que la iniciativa permite igualar las condiciones de los candidatos y partidos políticos, aunque duda sobre la capacidad del Estado, en las condiciones económicas actuales, para garantizarla.
“La financiación se concibe como parte de la participación política de los ciudadanos, lo que en cierta medida restringe derechos políticos. Por eso en la mayoría de países, al menos de América Latina, la financiación es mixta. Además, hay dificultades prácticas para hacer modificaciones constitucionales y legales requeridas”.
Rodríguez agregó que, aún en el caso de que se superara todo lo anterior, la propuesta no sería suficiente debido a que no se ataca el problema de los recursos ilegales.
Otra de las dudas que surge, en palabras de Liliana Gómez, docente de Comunicación Política de la Sergio Arboleda, es cómo se harían los controles, o se evitarían las preferencias, en momentos en que ni siquiera se tiene claro el estatuto para la oposición.
“Esa no es una solución real a largo plazo. Como siempre, se busca una solución para un momento coyuntural. El Estado es cada vez más ineficiente y corrupto en el control”, precisó Gómez.
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