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Piquiña o ardor, las sensaciones pueden variar frente al síndrome del ojo seco. Ana María Osorno Argotes, oftalmóloga pediátrica de Clofán, indica que se presenta cuando hay una falta de lubricación adecuada del ojo (lágrimas en baja cantidad, mala calidad o se evaporan en exceso).
Precisa que tienen una causa multifactorial, puede generarse por alergias, ambientes con humo, polvo, aire acondicionado, viento o poca humedad, por alteraciones hormonales, deficiencia de vitaminas o por determinados medicamentos.
Otro de los problemas comunes es la conjuntivitis alérgica, que es la irritación e inflamación de la superficie del ojo por una reacción alérgica que puede ser producida por el polvo, el polen, los ácaros, pelos de los animales, productos químicos, rayos del sol o por partículas contaminante.
La resequedad también puede producir el denominado pterigion, una degeneración en la superficie del ojo que se presenta como un crecimiento anormal de la conjuntiva. Se ve como una carnosidad blanquecina, que puede invadir la córnea a medida que va evolucionando.
Se produce por exposición prolongada y persistente a los rayos del sol, y por la resequedad del ojo. Se trata quirúrgicamente.