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Con el fin de lograr que las válvulas cardíacas se puedan donar y luego implantar, se debe tener una serie de cuidados, que incluyen la cadena de frío.
Este tipo de tejido tiene tres niveles de exclusiones: el primero es un procedimiento de observación y de extracción; después, el especialista hace una segunda revisión o segundo nivel de inspección; y en tercer lugar se hace la disección.
Luego de ese paso se determina si ese tejido es susceptible de donación o no.
“No es como en el órgano que es de un solo nivel, donde se visualiza directamente y se ve si es potencialmente trasplantable”, explicó Jorge Alberto Zapata Sánchez, director Médico del Laboratorio y Bando de Tejidos de la Clínica Cardio Vid y cirujano cardiovasvular de congénitos.
Estas válvulas se almacenan a menos de 200 grados centígrados en unas sustancias de acción intracelular, por lo cual la parte inmunológica del tejido se minimiza significativamente.
Lo anterior obedece a que los tejidos no tienen vasos sanguíneos específicamente, sino que se alimentan a través de difusión; es decir, de las membranas celulares.
En consecuencia, la forma de la reacción autoinmune como sucede en un órgano, no se observa tanto en las válvulas, indicó el especialista..