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Las dinámicas laborales han cambiado en Colombia. Hace treinta años eran pocas las personas que trabajaban en una oficina, y en el país dominaba una fuerza laboral que logró robustecer las industrias. Con este cambio han venido nuevos retos en la salud ocupacional: posturas adecuadas, pausas activas, movimiento de articulaciones y no menos importante: como cuidar la salud visual. Álvaro Echeverri Bustamante, oftalmólogo de la Clínica de Oftalmología Sandiego, explica algunos consejos para cuidar los ojos.
Una persona que tenga un problema visual, ya sea miopía, hipermetropía, presbicia o astigmatismo, debe tener una adecuada corrección con gafas o lentes de contacto. Este es el primer paso: ir a un oftalmólogo y revisar cómo se está viendo, pues en muchas ocasiones hay males que son incipientes pero que pueden profundizarse con el tiempo si no se tiene el adecuado tratamiento. Luego hay que consultar periódicamente para determinar el avance de la enfermedad.
Esto es fundamental para tener un ambiente de trabajo cómodo. Aunque parezca que este punto no interviene en la salud visual, tener buena temperatura ayuda a que los ojos se mantengan húmedos. Hay que cuidar que no estén expuestos de manera directa a las corrientes de aire procedentes de ventiladores o aires acondicionados; en el caso de este último electrodoméstico, hay que tener en cuenta que absorbe gran parte de la humedad del ambiente para generar frío, lo que seca los ojos.
El computador debe estar a una altura más o menos igual a la de los ojos, quizá un poco más abajo. Se aconseja una distancia que sea confortable y que ir entre 45 y 60 centímetros. Cuando la pantalla está muy baja se obliga a los ojos a esforzarse, por lo que hay mayor cansancio, esto sin contar con el dolor de cuello, una queja muy frecuente entre los oficinistas que usan constantemente computadores portátiles. Se aconseja tener una pantalla auxiliar de mejor tamaño.
Aunque parezca absurdo, las personas que trabajan frente a monitores parpadean poco, dos o tres veces por minuto, cuando un ser humano en condiciones normales lo hace entre 16 y 18 veces en el mismo tiempo. Parte de la humectación que precisa el ojo y de la oxigenación de la cornea proviene de las lágrimas, y si el ojo no parpadea, se seca.
Por su parte, Ana María Osorno Argotes, oftalmóloga pediátrica de Clofán, afirmó que cuando los síntomas son persistentes y recurrentes, se debe ir al oftalmólogo, quien evalúa cada caso y ordena tratamientos específicos que pueden incluir gotas lubricantes, antiinflamatorias o antialérgicas, limpieza de los párpados y el uso de gafas de descanso.
Aunque no hay consenso científico, hay quienes aseguran que las pantallas generan radiación que puede afectar los ojos. Una manera de protegerse es implementar el uso de las gafas, aunque no se tenga ninguna enfermedad. Estas gafas deben tener filtro antirreflejo para que las luces no cansen y, además, filtros UV, esto protege los ojos, proporciona una mayo comodidad y, al mismo tiempo, forma una especie de cámara protectora en los ojos, lo que ayuda a mantener la humedad.
Una de ellas es frotarse continuamente los ojos, pues la cornea es una estructura transparente que tiene fibras que se entrecruzan, al masajear el ojo con tanta fuerza y repetición dichas fibras se pueden dañar, afectando profundamente todo el ojo. Esto puede terminar en una enfermedad conocida como queratocono.
Hay que buscar la luz del día, esto es lo óptimo para un buen desempeño y descanso. Si se expone a una fuente muy brillante puede fatigar, y por otra parte, la ausencia de iluminación obliga a un esfuerzo adicional de los ojos.