Ir a una despedida masiva de un familiar que vuela al extranjero o incluso llegar con varias horas de anterioridad y tener el tiempo suficiente para un realizar el check-in de un vuelo y comprar algo en la zona comercial parecen ser acciones del pasado hasta que se encuentre una vacuna contra el virus.
Esto se debe a que, en Colombia, el protocolo que planteó la Aeronáutica Civil señala unos cambios en la rutina de los viajeros con el fin de que se puedan reabrir los aeropuertos, puesto que el último vuelo comercial que tuvo un aeropuerto nacional se dio el 24 de marzo.
La razón es que la industria aérea ya está pidiendo que se dé aval para la operación del sector, sin que esto sea sinónimo de un nuevo problema sanitario. Esto pese a que ya las aerolíneas iniciaron la venta de pasajes aéreos para moverse al interior del país con fecha de salida desde el primero de septiembre.
Recordemos que el segmento aeronáutico representa 2,7 % del producto interno bruto del país, responde por 600.000 empleos, entre directos e indirectos, y se lleva 35 % del transporte de carga, según indicó María Eugenia Rey, miembro de la junta nacional de la Asociación Nacional de Empresarios (Andi).
Desde la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (Iata), se informó que solo falta el aval del Ministerio de Salud y se pidieron fechas concretas para la entrada en operación de los vuelos (ver Paréntesis).
Con el fin de proteger la vida de los viajeros, se planteó un antes, un durante y un después con respecto al paso de una persona por un avión.
La explicación dada por el director de la Aerocivil, Juan Carlos Salazar, indica que la primera etapa consiste en que la llegada solo puede ser dos horas antes del vuelo, para no generar aglomeraciones dentro de estos espacios. La variación que se ve con respecto a lo planteado por otros países, afirmó Salazar, es que se pedirá la instalación de la aplicación CoronAPP para poder llevar a cabo el desplazamiento.
El ingreso a los aeropuertos no podrá incluir acompañantes y el proceso de check-in tiene que haberse llevado a cabo previo a la llegada a la terminal. Los protocolos también coinciden en medidas que se han tomado desde otras industrias como el uso permanente del tapabocas y las disposiciones de distanciamiento social.
Frente al aire que circula en el avión, Wilson Casas, líder de generación de Airbus, aseguró que “el flujo de aire fresco lleva a que este sea completamente cambiado en un espacio de dos a tres minutos”, por lo que se garantiza una mayor pureza.
Dejar la aeronave no significa que el protocolo haya concluido, puesto que se espera que se informe a la EPS y a la aerolínea en el caso de presentar síntomas en los 14 días siguientes al viaje.
Son 15 los aeropuertos que se proponen como los propicios para la etapa de la activación selectiva, entre los que se encuentran el José María Córdova, de Rionegro, y el Olaya Herrera, de Medellín, además de los de ciudades como Bogotá o Palmira.
Las cifras más recientes de la Aerocivil corresponden a abril y mientras en 2019, se habían movilizado 3,16 millones de pasajeros, este año solamente se llegó a 9.562 movilizados en el mismo mes.
Medidas como el uso de tapabocas y el distanciamiento social se engrosan en la industria aérea con la exigencia de que no se usen dispositivos móviles y que se haga check-in en casa.
De acuerdo con lo planteado por la Aeronáutica, será deber de los operadores de aeropuertos realizar tomas de temperatura de los pasajeros, marcar claramente los espacios para garantizar el distanciamiento social y emitir anuncios por lo menos cada 20 minutos en los que se advierta sobre la necesidad del lavado de manos frecuente. Así mismo, se pedirá que los bebederos se señalen como fuera de servicio y que haya una constante limpieza y desinfección de cada uno de los espacios, además de una disposición permanente de elementos de limpieza como agua, jabón y toallas desechables.
Periodismo. Gestión Cultural. Por la sonrisa de mi madre que vale un millón.