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Angosta es una novela de Héctor Abad Faciolince que cuenta la historia de una ciudad de tres niveles, cada uno de estos habitados por una de las castas económicas: los dones en Tierra Fría; los segundones, en Tierra Templada, y los tercerones en la Boca del Infierno.
Esta realidad planteada en palabras ha sido trasladada a la danza y es contada, con el lenguaje de los cuerpos, en la tercera edición de Simbiosis, el espectáculo que une a los grupos Ritmo Extremo, La Jarana, Contradanza y El Balcón de los Artistas, con la dirección general de Juan Camilo Maldonado, encargado de conseguir dicha simbiosis.
De ahí viene el nombre, evoca esa relación tan estudiada por la biología de estrecha convivencia entre seres vivos de distinta especie, con el fin de obtener algún beneficio.
De acuerdo con William Carvajal, director de El Balcón de los Artistas, cada una de las agrupaciones de danza involucradas en este espectáculo tiene un trabajo artístico único.
El grupo que dirige tiene énfasis en bailes latinos y de salón; Ritmo Extremo, en géneros urbanos y jazz; La Jarana, en flamenco, y Contradanza, en fusiones de jazz y urbanos.
Pero si no resulta fácil llevar una obra literaria al teatro, lo cual, por cierto, es más frecuente ¿cuán difícil ha sido llevarla a la danza?
El director de El Balcón de los Artistas confiesa que sí, ha sido difícil, porque, como dice, en el teatro se pueden valer de los diálogos y, estos, con las palabras cuentan los hechos, las ideas, pero en el montaje dancístico tienen que arreglárselas con el lenguaje exclusivamente corporal, que también es amplio.
“Es distinto —señala Carvajal—. Cada uno de los grupos tiene sus momentos y presenta cuadros que aluden a los sucesos de la novela”. Cuenta que esa diversidad de los grupos, de sus estéticas y de sus bailes contagian las emociones necesarias.
“En el libro hay momentos felices y otros desgarradores. Por eso, la salsa de un grupo; el tango, de otros, el flamenco del tercero y así, contribuyen a transmitir los mensajes”.
Hace unos meses, cuando los artistas estaban planeando qué hacer, se les ocurrió la representación del libro y esto, considera el “balconero”, ha sido un acierto.
Les da un hilo conductor y les permite la seguridad de no repetirse y la posibilidad de innovar.
El espectáculo se titula El Salto de los Desesperados. Este nombre es tomado de la novela. Es el de una catarata junto a la cual hay un viejo hotel.
Ochenta artistas suben al escenario esta noche. Y ellos bailarán al son que les toque la orquesta de La Jarana, conformada por 17 músicos.
Bailes acrobáticos, danzas del mundo, ritmos urbanos y bailes de salón constituyen el lenguaje no verbal con el cual los espectadores pasan del drama a la comedia, de ahí a la euforia y de la realidad a la poesía.
“Unir las fortalezas de grupos tan disímiles y ritmos tan diferentes: ese es el mérito del director Juan Camilo Maldonado”, concluye William Carvajal.