Svetlana Alexievich, la Premio Nobel de Literatura 2015, creadora de una obra de piezas únicas como La guerra no tiene rostro de mujer, El fin del homo sovieticus y Voces de Chernóbil, llegó a Colombia como una de las invitadas principales de la Feria del Libro que comenzó en Bogotá.
“Ustedes son mis amigos. Todos compartimos el mismo tiempo y somos habitantes de este planeta, donde muy pocos llegan a los cien años de edad, por lo que no tenemos mucho tiempo”, comentó la Premio Nobel de Literatura.
Y agregó: “Yo sabía poco de este país, y no pensé que la historia se pareciera tanto a la de mi país, rehenes de una utopía que ha dejado un mar de sangre. Todos somos rehenes de la cultura de la guerra”.
Aseguró que la cultura de la guerra ocupa el lugar más importante de nuestra vida, lo cual para ella no es justo. ”La gente tiene que matar ideas en vez de matarse unos a otros, aunque sea difícil luchar contra los prejuicios, pero vale la pena trabajar para deshacernos de ellos”.
“Somos víctimas de la cultura de la guerra, no somos libres y sufrimos una derrota. En Rusia y Bielorrusia estamos retrocediendo a la cultura de la guerra. Rusia es un cuadro triste, porque en el mundo le tienen miedo, cuando es reconocido por sus aviones construidos con petrodólares”.
Para la Premio Nobel, la libertad es un largo camino lleno de luchas, “aunque esta parece que se desvanece cuando Rusia pelea con sus hermanos Bielorrusia y Ucrania. Yo, como miles de personas, soy hija de ucraniana con bielorruso, lo que la hace una guerra de hermanos contra hermanos”.
Y finalizó: “Cuando estuve en Chernóbil te dicen que no te sientes, que no tomes una flor que trae la muerte, porque es un mundo que todo te puede matar. Te sientes como una criatura que puede ser exterminada más allá de tu raza, cultura o creencia, porque nada de eso importa allí, donde todo puede desaparecer, como en el resto del mundo”.
Aunque la fecha de inicio este año de la Feria Internacional del Libro de Bogotá es este martes 19 de abril, el día fue destinado a los actos protocolarios.
Los principales expositores de esta, una de las citas editoriales más importantes de Iberoamerica, aprovecharon para ultimar detalles de sus stands, pues el miércoles, desde tempranas horas, el recinto de Corferias se llenará de alumnos de distintos colegios de la capital del país y ciudades aledañas.
Así, la noche del martes fue solo protocolo con la asistencia del presidente de la República, Juan Manuel Santos, junto a la princesa Laurentien de Holanda, país invitado en esta edición.
Por Holanda también estuvo Cees Nooteboom, uno de sus máximos exponentes, tanto en la literatura como en la poesía holandesa.
Su padre murió en los bombardeos de finales de la Segunda Guerra Mundial, un hecho que sin duda lo marcó, pero que lo impulsó para recorrer el mundo.
“La primera vez que entr a Colombia fue por la puerta trasera. Venía de Manaos y entré por Leticia, y en la medida que la fui conociendo me di cuenta que Colombia es un sin fin de mundos muy distintos entre sí”.
Su recorrido por el país lo ha llevado a conocer y admirar el Festival de Poesía de Medellín, deleitarse con el Hay Festival y maravillarse con la atmósfera única de Mompox.
“Hoy en día la literatura colombiana es traducida y conocida en mi país. Como habitante de un pequeño país súper poblado, no me canso de ver este país con cierta envidia, pero con esta participación en la feria, podrán acercarse a la literatura y poesía de mi país”.
“Que esta Feria sea un camino de doble vía entre la literatura holandesa y la colombiana”´, dijo.
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