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Los Rolling Stones no han tocado en Colombia y ya viajaron por dos ciudades del país. Primero, el eco de sus guitarras se alcanzó a escuchar en Medellín, que por un instante fue el lugar que recibiría a la banda de Mick Jagger, Keith Richards, Charlie Watts y Ronnie Wood.
Ecos que se tornaron más fuertes cuando el alcalde Aníbal Gaviria el jueves 23 de octubre de 2014 respondió así a la pregunta sobre la llegada del grupo inglés: “esperamos que los responsables del mismo (concierto), que son los que pueden hablar de ello, definan y aclaren exactamente la fecha”.
Ahora, un año después, el 28 de octubre pasado, el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, aterrizó a la banda en la capital cuando tuiteó: “Así es. Bogotá tendrá concierto de los Rolling Stones el año entrante”, lo que provocó la misma avalancha de ilusiones, pero también de escepticismo porque no hay confirmación de fechas por parte de los organizadores, una empresa privada que tampoco confirma o desmiente el evento.
En una entrevista realizada hace algunos días por EL COLOMBIANO, se le preguntó de nuevo al alcalde Gaviria sobre el evento. Indicó que lo que siempre hicieron desde el año pasado fue presentarles a los empresarios la disposición de Medellín para hacer el concierto.
“En un momento se llegó a la confirmación por parte de ellos. Esa fue la información que anunciamos en 2014, pero nunca comunicamos que la Alcaldía de Medellín se responsabilizaba de la ejecución del concierto. Lo que entendemos que sucedió fue que Jagger tuvo problemas de salud. Nosotros hemos puesto toda la disposición de Medellín, pero al final no sé si los empresarios tuvieron diferencias”, dijo el alcalde.
Agregó que si las piedras rodantes llegan a tocar en Bogotá, será muy bueno no solo para la capital sino para Colombia. “No vamos a tener celos porque se haga el evento allí o competencias entre ciudades. Lo que nosotros siempre hemos hecho es buscar que Medellín sea sede de grandes eventos musicales, deportivos, económicos o culturales”.
Mientras tanto, los fanáticos de Medellín, como el crítico de música Joaquín Pérez, se encuentran tristes por no poder verlos en su ciudad pero asegura que viajaría hasta Bogotá, como en otras ocasiones, para no perderse el toque de los dinosaurios del rock.
“Son 53 años de guitarras, bajos y baterías de un grupo que a pesar de que su rango de edad está en los 70 años, le inyectan toda la energía a sus presentaciones”.