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En la naturaleza de la música de Los Amigos Invisibles está esa carga pícara que suele habitar entre el momento del coqueteo, el baile y otros acercamientos.
Les encanta ser la banda sonora de una conquista, de una conversación entre amigos y cerveza, de un buen rato. Por eso se han convertido en el sinónimo de esas pequeñas libertades desde hace más de dos décadas.
Los Amigos Invisibles, oriundos de Venezuela, recientemente estuvieron de gira por Estados Unidos con los Aterciopelados, estrenaron sencillo y estarán pisando Colombia a finales de junio para presentarse en el festival Rock al Parque en Bogotá.
20 años de gozadera
The New Sound Of Venezuelan Gozadera, uno de sus discos destacados, fue publicado en 1998. La conformación del grupo ha cambiado, pero su eje sigue siendo el mismo: “Siempre hemos querido ofrecer un momento de alegría”, cuenta el baterista Juan Manuel Roura. “Una vez te montas en la tarima es como una ceremonia”, un rito musical.
Tócamela, su nueva canción es un testimonio de que su ADN no se ha alterado. “De algún modo siempre está presente no solo la sexualidad, sino ese humor jocoso y caliente de la idiosincracia caribeña”, que para ellos es tan venezolana.
Soñar con el hogar
Actualmente, casi todos viven en Miami. Cuando se reúnen, la mayoría de las veces, es para trabajar, ya no tanto para parrandear, aunque no le han perdido el gusto. Ahora procuran dedicarle más tiempo a la familia, porque ya no son los mismos de hace 20 años.
El lugar en el que viven les sirve de inspiración para su música, pues a fin de cuentas es un “centro de reunión de muchas culturas latinoamericanas”, pero llevan en su corazón a su país. Al que no han podido ir a tocar en años.
Y por el momento tampoco es viable que vuelvan, la realidad no lo permite. “La coyuntura política está tan deteriorada que no hay un espacio real para el entretenimiento”, dice Roura. El arte y muchos campos están prácticamente paralizados. Frenados.
“No es una opción aunque nos duela mucho – admite – No hay mucho espacio ni para conciertos ni arte ni para celebración, aunque estamos completamente seguros de que la gente lo necesita”.
Mientras regresan, seguirán tratando de llevar su energía a través de la música. Solo ella sobrepasa límites y puede armar tremenda fiesta a partir de las desdichas.