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No solo en las mañanas y tardes, también en las noches, a Ana María Rendón se le ve apretando su arco y lanzando flechas. “Hay que aprovechar cada espacio que se tiene para mejorar. Por ejemplo, en el horario nocturno, no se tiene tanta precisión pero sí se adquiere buena técnica”.
Aquella disciplina le ha permitido a la antioqueña mantenerse vigente en su deporte, aunque ella habla de otro secreto para seguir apuntando al éxito: “perseverancia”.
“Es un valor fundamental porque cada día quieres lograr algo más como deportista y las personas que te rodean siempre van a esperar el 100 por ciento de uno. El persistir permite salir adelante pese a que muchas veces se caiga en un hueco”, asegura Ana María, carta fuerte que tiene el país en la Copa Mundo que se inicia hoy en Medellín.
Entre los baches de los que habla la arquera, única colombiana con tres participaciones olímpicas, está bajar el nivel competitivo, producto, muchas veces, de las lesiones.
En 2016, debido a una ruptura parcial en el supraespinoso, músculo del manguito rotador del hombro, y de la que se negó a operarse para no perderse los Olímpicos de Río de Janeiro, tomó después la decisión de hacer cambios técnicos en su oficio, entre ellos la apertura del arco y la soltada de la flecha, y aunque al comienzo sus puntajes en los torneos no eran los mejores, poco a poco fue retomando la forma física y competitiva para continuar como la número uno del país desde hace cinco años.
“Poder salir de ese hueco en el que me encontraba me llena de ilusión, las ganas de volver a hacer otro buen ciclo olímpico es una de mis principales motivaciones. Pienso que si uno se cae, lo que se debe hacer es pararse con mayor fuerza”, expresa la deportista de 33 años de edad, y quien recientemente, en el Nacional realizado en Medellín, conquistó cinco preseas de oro.
Una semana después, en el Selectivo también en la capital paisa que sirvió para elegir las cuatro deportistas en la modalidad de recurvo que estarían en esta Copa Mundo, no le tembló el pulso al quedar en la primera posición luego de lograr 651 puntos en la distancia de 70 metros, superando la marca mínima de 648 unidades que pedía la Federación.
Esos resultados la llenan de confianza y responsabilidad. “Causa alegría y orgullo seguir representando a Colombia en eventos como este. Tener la Copa Mundo en casa genera entusiasmo al contar con el respaldo de la familia, pero a la vez mayor responsabilidad para hacer las cosas mejor y seguir evaluándonos de cara a otros grandes desafíos en el año, como los Panamericanos de Lima y el Mundial en Holanda”, dice Ana, quien además de medallas tiene la mira puesta en clasificar a los Olímpicos de Tokio-2020.