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Cinco argentinos, dos uruguayos, un español y un portugués conforman la legión de entrenadores extranjeros que dirigen actualmente en la primera división del fútbol colombiano.
De ellos, cinco se encuentran actualmente en zona de clasificación a las finales y ocupan, además, las dos primeras posiciones de la tabla: Jorge Almirón con Nacional (28 puntos) y el uruguayo Gerardo Pelusso con Cali (25).
Además de los dos mencionados, destacan el español Ismael Rescalvo al frente del Medellín y el argentino Néstor Craviotto, que suma 21 unidades con un modesto Atlético Huila que está en el lote de arriba en la tabla.
Sin embargo, la presencia de técnicos foráneos no puede calificarse solamente desde sus buenos números.
De hecho, el clásico paisa del pasado domingo fue, inusualmente, tema principal en la agenda deportiva en todo el país. La razón: el trámite del juego, pues más allá de la victoria de Nacional (2-0), permitió ver un espectáculo ofensivo en el cual primó el buen trato del balón.
Algo que, en palabras del colombo-argentino Oscar Héctor Quintabani, es un antecedente importante para reconciliar el aporte extranjero con las características históricas del balompié nacional.
“Sin perder la esencia del fútbol colombiano, los aportes de conceptos y metodologías de entrenadores de afuera pueden verse como una oportunidad para que la liga crezca”, estima.
El rasero no es el mismo
Francisco Pacho Maturana, considera que la llegada masiva de entrenadores forasteros tiene un trasfondo negativo para los estrategas nacionales.
“Existe una tendencia a minimizar los logros de los técnicos locales y ponderar los de otras nacionalidades. Para los de acá no hay lugar a procesos y es un desprestigio que no me parece justo”, enfatiza.
Lo cierto es que Nacional, con un estilo de juego más elaborado y técnico; y Cali, más práctico y calculador, dominan el rentado nacional, demostrando que en el fútbol no hay un único camino .