Egan Bernal volvió a lucir su sonrisa montado en la tarima donde se exalta a los mejores. Asumir ayer el liderato de la Vuelta a Suiza es un bálsamo entre tanto infortunio de su equipo, el Ineos (antes Sky Team).
El pasado 4 de mayo, el colombiano sufrió una caída mientras entrenaba que le ocasionó fractura de clavícula que le puso fin a su ilusión de debutar en el Giro de Italia.
Ayer, en la carrera suiza, la cual marcó esta semana su regreso a las competencias luego de 76 días, el cundinamarqués volvió a dar destellos de su calidad, sobre todo en la alta montaña, al arribar segundo en la sexta etapa de 120.2 kilómetros entre Einsiedeln y Flumserberg, y de esta manera pasar a comandar la clasificación general.
Una alegría e ilusión para su equipo Ineos, que en los últimos días ha tenido que soportar la desdicha de los accidentes de sus principales jefes, Geraint Thomas, vigente campeón del Tour de Francia, y Chris Froome, cuatro veces campeón de dicha prueba, quien estará ausente en la venidera edición de la ronda gala que arrancará el 6 de julio en Bruselas, al ser operado de fracturas en el fémur, codo derecho y costillas.
Con su demostración de poderío ayer escalando a la meta, Egan demuestra que está fuerte de cara al Tour. “Regresar en un lugar como este, una carrera World Tour, es realmente importante. Me da mucha confianza para el futuro”, dijo Egan, quien en la cita helvética aventaja ahora, por 12 segundos, al australiano Rohan Dennis (Baharin Team) y por 29’ al austriaco Patrick Konrad (Bora Team).
Esta es la octava carrera que Bernal mira desde lo más alto de la tabla. Antes lideró en los tours de Bihor (2016), Saboya, Sibiu, Porvenir (2017), Colombia Oro y Paz, California (2018) y París-Niza (2019), en las cuales salió campeón.
Hoy se viene otra etapa de montaña, de 216.6 km entre Unterterzen y el alto en St. Gotthard, en la que Bernal espera sacar más diferencias y consolidarse como ese bálsamo que brainda alivio y consuelo ante el dolor que vive el equipo Ineos .