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Sosa, rutero que fabrica su futuro en Europa

El cundinamarqués es uno de los hombres destacados de Colombia
en l’Avenir. Escudero de Egan Bernal.

  • Iván Ramiro Sosa hace parte del elenco nacional que disputa en carreteras francesas la posibilidad de volver a ganar el Tour de l’Avenir. FOTO cortesía Éder Garcés-fedeciclismo
    Iván Ramiro Sosa hace parte del elenco nacional que disputa en carreteras francesas la posibilidad de volver a ganar el Tour de l’Avenir. FOTO cortesía Éder Garcés-fedeciclismo
Perfil del ciclista Iván Ramiro Sosa
25 de agosto de 2017
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En su única carrera nacional, Iván Ramiro Sosa hizo méritos suficientes para dar el brinco al ciclismo europeo. Apenas tenía 17 años.

En la Vuelta del Porvenir de 2015 no conquistó el título -fue quinto-, pero su triunfo de etapa en El Crucero, una montaña de Sogamoso cuya altura tiene 2.524 metros, ilusionó al empresario italiano Paolo Alberati, quien días después le envió los tiquetes para que viajara a su país a realizarse las respectivas pruebas físicas.

Los resultados fueron tan positivos, que en febrero de 2016 el corredor firmó contrato con la escuadra amateur Maltinti Lampadari, de la que hizo parte Winner Anacona en 2009. “En Colombia tenía ya ofertas de varios equipos, pero el profesor Fabio Chingaté me dijo que si quería salir adelante, el futuro estaba en Europa. Gracias a Dios le hice caso”, comenta el escarabajo, a quien casualmente, cuando era más pequeño, el pedalismo no le gustaba.

Si tío Joaquín Sosa lo sacaba a rodar, desde que tenía 10 años, al lado de otros doce chicos; sin embargo, la dureza que le generaba la carretera destapada, sumado a que siempre perdía frente a sus demás amigos, lo aburría. “En realidad me sentía mal, decían que me dedicara a estudiar”.

Pero fue su madre Telma Johana Cuervo, que junto a su esposo siembran alverja, fríjol y tomate en una finca en Pasca (Cundinamarca), quien le dio valor para que no desistiera en el deporte de las bielas.

“Me animó demasiado, las metas se podían alcanzar si se trabajaba por ellas, así parecieran complicadas, que siguiera luchando. Entonces entrené con más juicioso, y al lado de mi primo Johan García -Team Manzana- fuimos los únicos de ese grupo que llegamos a equipos profesionales”, manifiesta con orgullo el corredor delgado -pesa 58 kilos- y bajito -1.60 m estatura-, privilegios que le permiten defenderse cuando la carretera se empina.

Luego de unos meses en el Maltinti, Alberati le prometió que si ganaba una carrera lo ubicaría en un mejor equipo. Y el corredor de tez morena y cabello flechudo, que en el colegio no rendía bien en Química ni Matemáticas pero sí en la parte disciplinaria, lo volvió a sorprender con sus bondades físicas al imponerse en la Schio-Ossario del Pasubio, prueba de un día en Italia.

El directivo cumplió al ubicarlo en el Androni, dirigido por Gianni Savio y que cuenta con Rodolfo Torres y la nueva sensación del pedal en el Viejo Continente, Egan Bernal, que actuará con el Sky desde 2018.

“Lo único que siento es alegría por todo lo que me está pasando. Muy pocos tienen estas oportunidades y por eso trabajo para lograr cosas importantes”, asegura Sosa, una de las principales cartas de Colombia en el presente Tour de l’Avenir (Francia) .

3.49
es el tiempo perdido por Iván Ramiro Sosa en el Tour. Se ubica en el puesto 57.
Infográfico

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