viernes
7 y 9
7 y 9
Juan Pablo Suárez lanzó todos los ataques que pudo mientras se encaminaba hacia los 3.493 metros de altura del peaje El Picacho, en la vía que conduce de San Gil hacia Bucaramanga. Incluso, tras ese despiadado ascenso, tuvo fuerza para lanzar un último intento sobre los últimos metros antes de la meta.
Aún así apenas le alcanzó para descontar siete segundos en la general sobre Jonathan Caicedo -3 por tiempo en línea de meta y 4 por bonificación-.
El antioqueño del EPM, ganador el año pasado en el mismo recorrido, llegó tercero detrás de su compañero Fredy Montaña y Sebastián Caro (Deprisa).
Tras él, como una incómoda sombra, apareció Jonathan Caicedo escoltado por Óscar Sevilla, el hombre que dejó atrás su aspiración individual de un nuevo título para poner su experiencia al servicio de su compañero y del Team Medellín.
“El año pasado pasaron muchas cosas acá que terminaron sentenciando la general. Nuestro objetivo era mantener el control de la carrera y hacer una buena defensa del liderato de Jonathan. Juan Pablo intentó soltarse varias veces pero encontramos la respuesta del cuerpo para no permitir pérdidas mayores de tiempo. Vamos bien encaminados”, señala el español.
Caicedo reconoce el infatigable apoyo y excelsa conducción en carretera que ha recibido del tricampeón de la Vuelta. “Es un corredor con mucha experiencia y muy inteligente para pronosticar las cosas que pueden pasar en las etapas, es un líder del cual he aprendido mucho y estoy orgulloso de haber dado un paso más para conseguir el título que buscamos”, destaca.
51 segundos con la fortaleza del Team Medellín parece ser un tiempo complejo para descontar. Sobre todo porque en las dos etapas que siguen es probable que pase poco. La llegada a La Unión, con ascenso de 2.200 metros será la última oportunidad para Suárez y el último escollo para Caicedo y compañía.