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La carrera deportiva de Justin Gatlin está siendo tan larga que, en el momento cumbre de su historial, hace diez años en los Mundiales de Helsinki-2005, ya tuvo un primer choque con Usain Bolt, hoy el mejor velocista de todos los tiempos, y puede presumir de haber masacrado en aquella ocasión al jamaicano en la distancia predilecta de este, los 200 metros.
La venganza -reza el dicho popular- es un plato que se sirve frío. Han tenido que transcurrir diez años, pero Bolt tendrá este jueves, en Pekín, la ocasión de resarcirse.
Ninguno de los dos descubrió sus cartas este miércoles. Pasar las semifinales fue sencillo para ambos. Gatlin ganó por la calle siete la segunda semifinal en 19,87 segundos y Bolt, por el mismo carril, la tercera con 19,95.
En aquella final, disputada el 17 de agosto del 2005 en el estadio Olímpico en un ambiente gélido (11 grados, lluvia y viento), Gatlin, que cuatro días antes había ganado los 100, obtuvo su segundo título con 20,04. Bolt, en cambio, llegó último con un tiempo de 26,27 que se explica por los calambres que sufrió a 50 metros de la raya.
Faltaban 4 días para que Bolt cumpliera los 19 y sin embargo era ya un talento como velocista. Había emergido con sus marcas en júnior y consagrado al meterse en la final de mayores, en la que también estaba Tyson Gay, tal vez el principal favorito, que sólo pudo ser cuarto.
Las largas piernas de Bolt sufrieron para manejarse con la cerrada curva de la calle uno, y a poco de tomar la recta, cuando iba quinto, el júnior jamaicano se acalambró y cruzó la meta casi andando.
Un Bolt adolescente tuvo que rendirse aquel día a la tiranía de Estados Unidos, que copó los cuatro primeros puestos con Gatlin, Wallace Spearmon, John Capel y Tyson Gay, el primer cuatriplete de la historia de los Mundiales.
Este jueves, como colofón del programa de la sexta jornada, Bolt y Gatlin volverán a verse las caras en una final de 200. En la de 100, el domingo pasado, sólo 13 milésimas hubo entre el jamaicano, por tercera vez campeón, y el estadounidense.