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Isabella Echeverri asumió con tranquilidad la decisión de la Fifa, mediante votación, de no otorgarle al país la sede del Mundial femenino de 2023.
“A mí me gusta siempre mirar lo positivo y lo primero es que Colombia entera estaba hablando del nuestro deporte. Segundo, los entes del gobierno y del fútbol demostraron compromiso”, dijo.
Manifestó que espera que se continúe con el mismo interés para que la Selección, en todas las categorías, alcance buen nivel, así como la consolidación de la Liga profesional. “En medio de esta derrota aprendimos a que el país sí puede hablar de fútbol femenino y que las personas que hay en el poder están en capacidad de aportar”.
Al igual que muchos aficionados y gente vinculada a esta actividad, la jugadora del Sevilla de España coincidió en que parte del dinero que se iba a destinar para organizar el Mundial, se invierta en un proyecto a largo plazo para permitir que su disciplina crezca. “Es lo que nos falta, no podemos seguir haciendo una Liga que dure tres meses, debe ser un torneo con una estructura sólida que les dé estabilidad laboral a las futbolistas en Colombia”.
También recordó que el conjunto nacional requiere de fogueo internacional para hacer un mejor papel.
La Copa Mundo 2023 continúa siendo un reto para ella, pues confía en la clasificación a Australia-Nueva Zelanda. “Lo de la sede ya es borrón y cuenta nueva. Ahora necesitamos empezar a trabajar fuerte para conseguir el cupo en la Copa América de 2022. Nunca habíamos tenido tantas jugadoras en el exterior y las que juegan en el país cada vez son más profesionales”.
El recambio generacional que nota la llena de optimismo, con jóvenes de mucha calidad. Apunta que las jugadoras nacidas en 2000-2002 conforman una “generación súper buena” que la ilusiona .