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Un “Rifle” que dispara calidad
Andrade renovó con Nacional, que este martes recibe a Petrolera.
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Andrés el “Rifle” Andrade
01 de marzo de 2021
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Nueve goles, 12 asistencias, ser el mejor pasador y regateador en 2020, y 36 presencias en 37 juegos con Nacional, llevaron a la institución verde a ampliar el contrato de Andrés el “Rifle” Andrade, quien pasa por un momento brillante desde su regreso a Colombia y pide a gritos una oportunidad en la Selección.
Andrade realizó toda su formación deportiva en el Deportivo Cali, pero al ver que no se le daban las cosas para debutar decidió ir al fútbol uruguayo, puntualmente al Nacional de Montevideo, equipo con el que estuvo un par de meses, sin jugar, ya que el club azucarero nunca envió la transferencia. Así que le tocó regresar, pero cambió al Cali por el rival de patio.
Andrade debutó en el América de Cali en el 2009 y debido a que es hijo del exfutbolista Adolfo 'El Rifle' Andrade, recibió el apodo del “Riflecito”. Él, admirador de Cristiano Ronaldo y de Ronaldo el brasileño, mantenía la mentalidad de triunfar en el fútbol.
Poco a poco, con su nivel, se fue alejando de las comparaciones con su padre. En 2011 llegó al Huila y un año después al Tolima, club con el que se consagraría en el balompié colombiano derrochando calidad por los distintos estadios del país.
En ese momento pidió que le quitaran el diminutivo a su apodo, y por eso fue nombrado el “Rifle”.
Además de consolidarse con el conjunto tolimense, en Ibagué también conoció al amor de su vida. Daniela Sandoval, quien es su esposa, porrista del club y pese a que era un amor prohibido, terminó robándole el corazón.
“Él llegó como refuerzo y desde muy pequeñita yo hacía parte de las porristas del Tolima. Ahí tuvimos la oportunidad de conocernos”, contó la mujer.
Sin embargo, manifestó que por norma ellas no podían meterse con los jugadores, pero cuando el destino es caprichoso, nada ni nadie se le pueden atravesar.
Daniela iba a dejar de alentarlo y a renunciar a su pasión para poder estar con él, pero el dueño del club, Gabriel Camargo, entendió la situación y le permitió seguir haciendo parte de las porristas.
Producto de esa relación nacieron sus dos hijos, Juan Felipe y María Celeste.
Paso al exterior
Con la estabilidad en el amor, y gracias a sus buenas actuaciones, el América de México se fijó en él y compró su pase. Después de un 2013 con altibajos ese club decidió prestarlo a Jaguares de Chiapas. En ese elenco portó el dorsal número 10 y con auténticos golazos y buenas asistencias se ganó la oportunidad de regresar al América, con el que tuvo un 2015 importante, y el León se hizo a sus servicios.
Dos temporadas más tarde (2018) llegó al Atlas y se convirtió en el mejor atacante de ese equipo.
Andrés Andrade siempre ha sido apegado a sus creencias religiosas y por eso antes de cada partido recibe la bendición de su esposa y, luego, él se persigna.
Así que cuando surgió la posibilidad de llegar a Nacional le ofreció a Dios la situación. Finalmente, arribó al cuadro verde y de inmediato se ganó el cariño de la hinchada por su despliegue y calidad. Hoy, tiene un sueño por cumplir, y es el de ponerse la camiseta de la Selección, algo que supera su gusto por la Contaduría, carrera de la que estudió un semestre; y también por los relojes y las lociones.
Trabaja tranquilo para que llegue ese llamado: “Si sigo haciendo las cosas bien en Nacional, en algún momento se presentará esa oportunidad”, dice. Mientras tanto seguirá disparando ráfagas de calidad en la cancha con el Rey de Copas.
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