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Sebastián Gómez es todo un profesional. A sus 23 años de edad se llena de paciencia para volver a brillar con Atlético Nacional como lo hizo en el primer semestre, en el que fue hasta capitán en algunos partidos.
Hoy no es una de las primeras opciones del técnico Osorio, pero trabaja para serlo. EL COLOMBIANO dialogó con él sobre su vida y lo que ha sido, hasta acá, su carrera.
¿Cómo vive este momento?
“La verdad es que en lo personal estoy bien, contento, aprendiendo, tomando esto como un reto. Pasé de ser figura, como ocurrió en el primer semestre, y ahora no tanto. Esto es fútbol y hay que ser muy profesional, por eso me entreno cada vez mejor y esperando la oportunidad que me regale el profe. Estamos de líderes que era lo que queríamos y se viene un partido duro con Águilas. Pensamos en seguir mejorando”.
¿Le cambió la vida desde que llegó a Nacional?
“Sí, fue un cambio grande. Soy de Andalucía La Francia, Comuna 2 de Medellín, y desde que estoy en Nacional me hicieron salir del barrio por varias situaciones, pero voy mucho porque allá están mis seres queridos y amigos. Ya vivo un poco mejor y trato de darle a mi familia lo que antes no teníamos: una mejor calidad de vida. No quiero decir que antes no valorábamos lo poco que teníamos, solo que ahora es mejor. Vivo en un lugar más tranquilo, al lado de mis padres y hermanos. Siendo otro podría haberme ido a vivir solo, pero somos una familia unida y la verdad es que estoy contento por ese cambio y seguro de que, con la ayuda de Dios, vendrán más cosas positivas”.
¿Cómo es pasar de ser figura a no tener muchas oportunidades?
“No ha sido fácil, pero en estos momentos es en lo que se ven los verdaderos jugadores. Podría tirar la toalla, ponerme a pelear, pero lo he tomado con profesionalismo, aceptando esto como un reto y preparándome mejor. El fútbol da muchas vueltas y estoy seguro de que ya llegará mi momento”.
¿Quién le dio el mejor consejo y cuál fue?
“Mi esposa María Camila. Me ha dicho que tenga tranquilidad, que los tiempos de Dios son perfectos y eso ha sido un impulso para seguir adelante. Toda mi familia me apoya y eso es fundamental para mí porque están en las buenas y en las no tan buenas”.
¿Es cierto que en algunos días su vida cambiará?
“Sí y estos feliz. Llevo año y medio con mi esposa y acabamos de recibir la bendición de Dios, pues hace tres semanas me enteré de que voy a ser papá”.
Así que, por ahora, pierde en lo deportivo pero gana en lo personal...
“Sí, es una bendición. La vida me ha venido cambiando para bien. Estoy contento y es una motivación más para continuar peleando y no bajar los brazos”.
Se le nota sereno pese a los malos momentos...
“Claro que sí, lo he tomado muy tranquilo y antes creo que esta situación me ha servido más para seguir mejorando y fortalecer mi carácter”.
¿Cuál es su opinión del cuerpo técnico?
“Desde que llegó el profe Osorio nos ha inculcado muchas cosas, como la manera de jugar, cómo pararnos en la cancha. Nos ha enseñado a competir y defendernos mejor. Como grupo nos ha unido bastante y me parece que es el mejor entrenador de Colombia y uno de los más importantes de Suramérica”.
¿Qué camino hubiera tomado si el fútbol no aparece en su vida?
“Es algo muy complejo y todavía lo converso con mi papá (Sergio Gómez). Contamos con unos padres que estuvieron muy pendientes de sus hijos y nos mostraron el camino de esta profesión. Mi papá nos llevaba a la escuela de fútbol, nos hacía madrugar. Tengo una anécdota muy bonita con mi mamá Sandra María. De jovencitos nos dejaba quedarnos hasta tarde en las fiestas que se hacían por la cuadra, pero eran las 12 de la noche y de inmediato nos ordenaba entrarnos. Uno le hacía caso de mala gana porque quería estar más tiempo en la rumba, pero cuando uno crece agradece todo eso, porque si no hubiera sido así nos podía haber cambiado la vida para mal, coger otros caminos o estar con amigos que te iban a llevar por rumbos dañinos”.
¿Qué otros objetivos tiene en su mente?
“Estoy buscando la manera de estudiar Entrenamiento Deportivo. Todo tiene que ver con el fútbol y quiero ayudarle a los niños de mi comuna para que crean en el deporte. Tenemos una escuela de fútbol en el barrio y estoy pensando en un gran proyecto porque me parece que el deporte salva vidas. Puede que no todos sean futbolistas profesionales porque no es fácil, pero sí me gustaría garantizar que sean personas de bien y no cojan vicios”.
¿Qué es lo que más valora de sus padres?
“Siempre han estado pendientes de nosotros y cuando vivíamos en Andalucía teníamos muchas carencias. A veces nos faltó comida, teníamos que repartir media libra de carne para seis, tampoco había para los pasajes para ir a entrenar, nos cortaban la luz, y valoro que siempre la lucharon por nosotros, y por eso ahora que puedo les devuelvo todo lo que hicieron para hacernos personas de bien”.
¿Y sus hermanos?
“Son tres, dos hombres y una mujer. Uno es Santiago que es de la barra De Los Del Sur y es el que me aprieta y me alienta. El otro es Felipe, que también es futbolista y está en la Sub-20 de Leones y juega más que yo. Mi hermana también es futbolista y está en el equipo femenino de Leones”.
¿Cómo ve su futuro?
“Prefiero pensar en el presente: quiero quedar campeón con Nacional. El pasado pasó y el futuro no ha llegado, vivo el momento y estoy enfocado en Nacional”.