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Tras lograr algo histórico para el fútbol nacional, la clasificación a dos mundiales en menos de dos meses, el técnico Carlos Paniagua habló con EL COLOMBIANO sobre este logro y lo que sigue para las selecciones sub 17 y sub 20.
¿Cómo han sido estos días, posteriores a las dos clasificaciones?
“Cayendo en cuenta de la magnitud de lo que hicimos, la gente y los amigos hablan de la importancia de lo que se realizó en tan poco tiempo, es algo histórico y quizás un récord a nivel mundial, y eso me tiene feliz porque uno está al frente de sueños de jóvenes y adolescentes que con mucho sacrifico alcanzan algo tan grande como lo es clasificar al Mundial”.
¿Cuándo lo llamaron para dirigir se sorprendió o era algo que esperaba?
“Cuando me llamó el presidente Ramón Jesurún a Bogotá, sabía que me iba a dar una selección pero desconocía si era de hombres o de mujeres, como venía trabajando con el DIM Formas Intimas pensé que de pronto sería con la femenina, pero me sorprendió cuando me dijo que la propuesta eran las dos selecciones menores femeninas. Tenía una ventaja y era que venía desde 2017 trabajando con el fútbol femenino, conocía a muchas jugadoras y tenía una idea del mapa de Colombia en cuanto a las futbolistas”.
¿No arrancó de cero?
“Si, ya tenía una base y también me ayudó mucho que el profe Nelson Abadia había trabajado en época de pandemia con las tres selecciones sub-17, sub-20 y mayores, por eso me asesoré mucho con él y mi pedido fue iniciar un microciclo urgente con ellas”.
¿Fue un trabajo contra el reloj, porque arrancó en diciembre y en marzo ya tenía el primer reto?
“Ahora, cuando llega uno con la segunda clasificación es consciente de que todo ese trabajo desde diciembre valió la pena. Los sacrificios, porque tuve que cancelar un viaje de descanso con la familia, pero ahora con los resultados siente uno que todo valió la pena”.
Como también valió la pena pasar del fútbol masculino al femenino, ¿así le hicieran bullying?
“En el 2016 fui con Colombia como asistente técnico a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro con una nómina con jugadores como Teo Gutiérrez, Dorlan Pabón, Juan Fernando Quintero, William Tesillo, que son figuras del fútbol nacional, luego en el 2017 fui al Suramericano de Ecuador con Cucho Hernández, Jhon Janer Lucumi, Carlos Cuesta, Nicolás Benedetti, todos esos muchachos que ahora están con procesos de Colombia mayores, pero al no clasificar al Mundial salimos. Fueron 8 años con la Federación y me llamó el dueño de Formas Intimas para que asumiera el equipo. Lo pensé mucho porque era como volver a empezar de cero, así como cuando salí del Politécnico que tenía que trabajar en canchas de arenilla, en instalaciones del Inder, con muchas dificultades, donde no había ni hidratación, y por eso muchos técnicos me veían trabajando y decían, vos que estas haciendo ahí, después de estar el ligas mayores que hacés acá, pero desde el principio lo tomé con mucha pasión y como un trabajo que quería hacer bien”.
¿Y se enamoró del fútbol femenino?
“Si, le cogí amor al ver tantas dificultades y sacrificios que hacían las jugadoras, porque por torneo solo les reconocían dos o tres meses de salario, aunque también hay que hablar de agradecimiento con el DIM, con Formas Intimas y la Dimayor que hicieron torneos, cortos, pero los hicieron, a pesar de estar en pandemia”.
¿Y como recuerda ese arranque?
“El primer año fue muy difícil porque uno venía de un trato fuerte con los hombres, como decimos nosotros, los apretamos, pero con las mujeres es otro tema, afortunadamente me dejé orientar y escuché mucho a Liliana Zapata, Luz Stella Zapata, Margarita Martínez que fueron las gestoras del fútbol femenino en Antioquia, si ahora es difícil, imagínese cómo sería cuando ellas arrancaron, gracias a todo lo que ellas han realizado es que nosotros estamos recogiendo muy buenos frutos”.
¿Quién más le ayudó en ese nuevo proceso?
“En Formas Intimas conocí a Viviana Cardona, quien jugó fútbol y me empezó a dar consejos para el manejo de grupo lo cual fue vital, porque el trabajo físico, técnico, táctico es igual y las mujeres son unas berracas, además tienen mucha pasión por lo que hacen, muchas veces el impulso ni siquiera es el dinero, sino el amor que le tienen al fútbol”.
Ellas dan ejemplo
“Mucho, a veces no tenían ni para los pasajes, o tenían que entrenar a las 6:00 de la mañana y luego irse a trabajar o a estudiar para buscar ingresos y ayudar en la casa. Por eso ahora, con todo esto que hemos logrado queremos que el fútbol femenino siga creciendo y que todas tengan más garantías en lo deportivo y lo salarial para que no tengan tantas afugias para jugar”.
¿Cuáles son esas anécdotas que más recuerda de sus dirigidas?
“Cuando llegamos a Uruguay Jessica Muñoz, jugadora del DIM, me entregó los viáticos para guardarlos porque le quería regalar un comedor a la mamá. Luego en Chile la lateral izquierda Sintia Cabezas (de la Sarmiento Lora de Cali) en el partido final con Uruguay le sacaron amarilla y le dije me tenías preocupado porque pensé que te ibas a hacer echar y me dijo, profe, sabe que, a mi por la frente se me pasaba una pantallita con la cifra del premio que nos habían prometido y yo decía nooo por acá no pasa ninguna uruguaya... risas... es que la mayoría de las chicas tienen en su mente ayudar a las mamás y aportar para la casa”.
¿Cuál clasificación lo hizo sufrir más?
“Fue más difícil el sub-20, porque en el sub-17 arrancamos con goleada, clasificadas de manera anticipada y cuando jugamos contra Brasil ya estábamos en el Mundial, en cambio con la sub-20 fuimos de menos a más y teníamos la obligación de siempre ir por más, empatamos con Argentina y Venezuela y teníamos que ganarle al local, luego empezamos el cuadrangular final perdiendo y había que ganarle a Venezuela para estar en el Mundial y lo hicimos, fue una selección muy resiliente, que se sobrepuso siempre a la adversidad”.
¿Que jugadora lo sorprendió?
“Destaco en los dos grupos que fueron un colectivo muy fuerte, nos convertimos en una familia tras compartir juntos tanto tiempo. Me sorprendió la jerarquía, la berraquera y el hambre de los dos equipos, no tuvimos preparación a nivel internacional, sino en Bogotá con equipos profesionales de la capital y fueron y jugaron con gran personalidad, parecía como si tuvieran un roce internacional, mostraron personalidad, hambre, sentido de pertenencia por un país, por el sueño del mundial, con sus familias. Hay jugadoras diferentes y en el suramericano sub 17 Linda Caicedo demostró que es espectacular y en Chile Gisella Robledo, que juega en Tenerife de España, mostró su calidad, son dos jugadoras diferentes, de mucha calidad”.
¿Qué ha pasado con ellas luego de las clasificaciones?
“Cuando llegamos del Suramericano sub 17 todas esas jugadoras de 16 años las contrataron los equipos de la Liga profesional y ahora, muchas de ellas, van a estar en selección Colombia mayores y seguro después del Mundial, muchas se marcharán a Europa, México o como les digo a ellas, por procesos de selección y representar bien a Colombia tienen abiertas las puertas en universidades en Estados Unidos donde les dan becas. Ilana Izquierdo estudia en Pensilvania y tiene una carrera muy adelantada gracias al fútbol”.
¿Cómo fue la experiencia del sorteo del Mundial sub-20?
“No había tenido la oportunidad de estar en un sorteo, fui a mundiales, pero en un sorteo no y es espectacular, nos hicieron un recorrido por los estadios, los camerinos, las canchas que vamos a tener para practicar, te dan una inducción en los hoteles y muestran todos los espacios disponibles para las selecciones y la organización es tremenda, el sorteo se hizo en un teatro espectacular, en una ceremonia muy bonita”.
¿Cómo analiza el grupo que le tocó a Colombia?
“Como son solo 16 selecciones de todo el mundo, donde quedáramos iba a ser competitivo, pero es un grupo lindo con Alemania, México y Nueva Zelanda, países con estructura, pero venimos haciendo las cosas bien y vamos a ir al Mundial no a participar sino a competir y soñar en grande”
¿Cómo va a ser la preparación?
“Debemos realizar una buena preparación, la mayoría están jugando las finales de la Liga y les dimos ese espacio para que le aporten a sus clubes. Esperamos poderlas tener desde el 26 de mayo al 6 de junio en Barranquilla, seguro algunas faltarán porque estarán con los equipos en la final, pero vamos a mirar nuevas caras porque hemos pensado en reforzarnos en ambas selecciones”.
¿En qué se debe mejorar?
“Sueño con llevar un equipo bien preparado, salir a jugar con equipos europeos, asiáticos y africanos, porque ya nos medimos a Suramérica. Ojalá estemos salvos de lesiones, porque mi anhelo es tener un buen debut ante Alemania, como técnico en propiedad arrancar con una victoria para seguir derecho en busca de escalar porque al Mundial vamos a competir no solo a participar”.
¿Cuántos ciclos de preparación van a tener?
“Casi todas juegan en Colombia y un grupo de la sub-20 va a ser llamada a la mayores para la Copa América. Luego vamos a tener otro ciclo del 14 de junio al 28, incluidos los juegos Bolivarianos que voy a dirigir y lo tomaremos como parte de la preparación. Luego todo julio programaremos unos juegos internacionales para tener unos cuatro duelos con equipos de Europa, Asia o África”
DIM FI NO PUDO CON PEREIRA
Medellín necesitaba remontar el 1-0 con el que había perdido en Pereira, para buscar el avance a la semifinal de la Liga Femenina, pero no pudo lograrlo.
Al final las poderosas empataron sin goles ante el equipo matecaña que se dedicó a perder tiempo, cometer faltas y buscar en contragolpes hacerle daño al DIM. Las rojas se desesperaron al no encontrar el gol y ante un pésimo arbitraje de Vanessa Ceballos Pinto, quien afectó el espectáculo en el estadio Atanasio Girardot.
Las otras semifinalistas de la Liga son América, que venció 2-0 a Junior y ahora se medirá a Pereira, mientras que el Deportivo Cali, que dejó en el camino a Millonarios, se enfrentará a Santa Fe, que no tuvo inconvenientes para superar a Llaneros.