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Duván, un guerrero que da batalla con goles

Goleadores históricos de Colombia hablan de las virtudes que encuentran en el artillero caucano.

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Duván, un guerrero que da batalla con goles
08 de abril de 2020
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Hace 29 años, Duván Zapata nació entre cañaduzales y trochas en la vereda El Tamboral, de Padilla, Cauca, en medio de carencias en un territorio al que difícilmente llegaban los servicios públicos.

Sin embargo, como los sueños no se construyen con dinero sino con esfuerzo y dedicación, ese niño tímido es hoy un temible goleador a nivel mundial.

En el recuerdo de José Olíver y Elsa Cely (q.e.p.d.), sus padres, siempre estuvieron las imágenes de las casas de bahareque y tejas de zinc en las que vivían, así como sus vecinos. Lo que muchas veces ha contado su padre es que la sonrisa de Duván fue su mayor impulso para buscar mejores oportunidades, lo que los llevó a irse para Cali.

Sus familiares cuentan que, en aquel momento, Duván no entendía por qué debían dejar atrás el río donde pescaban, las cañas de azúcar que endulzaban su paladar o las guayabas que cogía en los solares de la zona.

En la capital vallecaucana esas travesuras quedaron atrás. Así lo recuerda Célimo Banguero, uno de sus tíos.

“En Padilla, cuando estaba pequeño, me tocaba, junto a su papá, buscarlo porque lo cogía la noche jugando fútbol en las canchas improvisadas y pese a que constantemente se les iba la luz”.

Su papá, al ver tanta ilusión y la oportunidad de mejorar su calidad de vida, llevó a Duván a probarse en las divisiones inferiores del América de Cali, equipo en el que el técnico Luis Eduardo Gómez, quien hasta hace poco dirigió el Atlético FC, recuerda que vio llegar a un joven corpulento, “con buen juego aéreo pero torpe en sus movimientos. “

“El reto de nosotros era mejorarlo en ese sentido, y así empezamos a ver sus condiciones de goleador”.

A los 16 años ya medía 1,86 y marcaba diferencia frente a los jóvenes de su misma edad. En 2006, Diego Edison Umaña, técnico del conjunto profesional, miraba las prácticas de las inferiores y Zapata le llamó la atención.

“Vi un joven fuerte en el área y que definía con ambas piernas de igual manera. Le empecé a hacer un seguimiento para que, cuando se ganara los méritos, lo pudiera acercar al plantel profesional. Finalmente, lo puse a debutar en 2008, creo”, cuenta Umaña.

Tres años después, Eduardo Lara, el técnico de la Selección juvenil de Colombia, por aquel entonces, lo llamó a hacer parte del proceso de cara al Mundial que se realizaría justamente en el país. Ya lo había tenido en un Torneo Esperanzas de Toulon con muy buena figuración.

Era un momento especial para Duván, que siempre tuvo en mente a su mamá con la convicción de que ella lo viera triunfar, pero infortunadamente aparecería la tragedia en su vida. Suceso que recuerda el técnico Lara.

“Mientras estabamos concentrados murió su mamá. Fue muy difícil porque fue una muerte repentina y no era fácil para él asumirlo. Fue valiente, no abandonó la concentración y disputó los partidos en el Mundial sub-20 con responsabilidad. Tuvo una pérdida muy grande. Él quería que su madre lo viera triunfar. La familia era su pilar fundamental”.

En ese momento, Duván sorprendió a todos por su determinación de seguir escalando en su carrera pese a los momentos difíciles. Sin embargo, esa resiliencia tuvo recompensa porque fue cuando llegó la oferta de Estudiantes de la Plata, equipo en el que brilló en Argentina.

“Es un hombre de un carácter tranquilo, no se sale de la ropa por nada. Debe ser algo muy injusto para que reaccione mal”, agregó Lara.

“Le apareció una gran oportunidad y sus goles le abrieron las puertas para llegar al fútbol europeo. Ahí explotó mostrando su fuerza, potencia y buen juego aéreo”.

Lara, hoy dirigiendo al Nacional ecuatoriano, se lamenta que Duván no hubiera podido estar en el Mundial de Rusia.

“Siempre dije que debía estar en esa nómina por los conceptos que maneja y por los rivales que tuvimos al frente”.

Lo claro es que hoy el delantero caucano hace parte de los planes del técnico Carlos Queiroz en el proceso clasificatorio a Catar 2022. Así que el sueño de jugar un Mundial sigue latente y según Lara, Duván sabe que su madre lo acompaña en el plano espiritual y es partícipe de todos sus triunfos .

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