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Tan inusual como efectivo resultó el planteamiento del interino Hernán Darío Herrera en Pasto al disponer cuatro defensas centrales en la zaga (Carlos Cuesta, Felipe Aguilar, Alexis Henríquez y Diego Braghieri).
Algo que no se veía desde tiempos de Juan Carlos Osorio y su inagotable laboratorio.
La propuesta le permitió su primer triunfo con el equipo y en una plaza difícil.
Pero, más allá de esto, el técnico encargado mostró su determinación de atreverse a emprender cambios tácticos y nominales sustanciales.
Obviamente una vez regresen de Selección, los laterales Helibelton Palacios y Deiver Machado, la defensa retornará a su conformación habitual.
Pero este primer golpe al pizarrón que dio para vencer a Pasto (0-2) ratifica su firme intención de tomar las riendas en propiedad del equipo.
Ya el “Arriero” había confesado su deseo, una vez retorne Jorman Campuzano del combinado nacional, de ubicarlo más adelante y en una función más ofensiva de lo que ha venido haciéndolo el volante desde su llegada al club.
Ante Jaguares, con una buena asociación con los otros volantes internos y un pase profundo que concluyó en gol de Jeison Lucumí, Campuzano evidenció una visión de juego que ya el “Arriero” había advertido en él.
Si este nuevo plan le resulta, el conjunto paisa podría solucionar algunos problemas en zona de gestación.
“Almirón dejó un trabajo táctico bueno. Pero yo tengo algunas ideas con las que creo que podemos mejorar. Sobre todo en elaboración de juego”, sostiene Herrera.
Faltará ver qué tiempo tiene el estratega antioqueño para seguir buscando su versión de equipo.